Oraciones de relativo explicativas

Las oraciones de relativo explicativas funcionan como un inciso respecto de la oración principal. Vamos a ver primero un ejemplo y a continuación aclararemos a qué nos referimos exactamente. La secuencia destacada en negrita en (1) es una oración de relativo explicativa:

(1) Don Sisebuto, que estaba secretamente enamorado, era un caballero a la antigua.

Cuando digo que funcionan como un inciso, a lo que me refiero es a que introducen una información que es accesoria. Nos dan una explicación adicional (de ahí su nombre), pero que no pasa de ser un añadido prescindible.

Para que veas que, efectivamente, se comportan como un inciso, prueba a quitar en (1) la oración de relativo y a colocar entre las comas las siguientes secuencias, que tienen una naturaleza muy variada y no son, ni mucho menos, oraciones de relativo:

(2) el muy cursi

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(3) ¡ay!

(4) persona honrada de la cabeza a los pies

(5) para qué nos vamos a engañar

Lo que tienen en común todas esas secuencias es que se trata de añadidos que se incrustan en la oración principal, pero que no alteran su sentido. Esta nos sigue hablando en todos los casos de lo antiguo que era Sisebuto.

Por aquí podemos enlazar fácilmente con la otra característica de estas oraciones: la información que introducen es prescindible. Como son un mero añadido, podemos eliminar cualquier oración de relativo explicativa sin que se altere el sentido de la oración principal. Si hacemos eso con el ejemplo (1), lo que nos queda es lo siguiente:

(6) Don Sisebuto era un caballero a la antigua.

El ejemplo (6) es una oración completa y su sentido no ha cambiado en comparación con (1). Lo único que hemos hecho ha sido quitarle los añadidos.

En la lengua oral, las oraciones de relativo explicativas se reconocen por dos cosas: a) se marca una pausa al principio y al final; y b) la entonación desciende respecto del nivel de la oración principal y después recupera ese nivel; o sea, bajamos un escalón y después volvemos a subirlo para indicar que retomamos el hilo de lo que estábamos diciendo. En la lengua escrita es obligatorio situarlas entre comas. Todo esto permite diferenciarlas de las oraciones de relativo especificativas, que son el otro tipo que existe.

De sus compañeras especificativas nos ocupamos en otro artículo.