El loísmo consiste en utilizar el pronombre lo para el complemento indirecto. Siempre se considera incorrecto. Se percibe como vulgar, por lo que raramente se encuentran ejemplos en la lengua escrita. Este es uno de los pocos que he podido localizar: (1a) Al Rey lo gustó mucho la idea [El Pueblo de Ceuta (España), acceso:
Sigue leyendo →Las dos formas imprimido e impreso son correctas, aunque no son intercambiables en todos los contextos. El verbo imprimir tiene dos participios: a) Participio regular: imprimido b) Participio irregular: impreso Los dos se admiten en los tiempos compuestos de la conjugación, que son los que se forman con haber + participio. Esto es lo que
Sigue leyendo →Los nombres epicenos se refieren a seres vivos sexuados. Son sustantivos que presentan un único género gramatical, ya sea masculino o femenino. Se trata, por tanto, de sustantivos de género inherente. Esto supone que no pueden cambiar de género para indicar una diferencia de sexo en los seres a que se refieren. Muchos sustantivos epicenos
Sigue leyendo →El femenino lideresa está correctamente formado y está recogido en el Diccionario de la lengua española: líder, resa. 1. m. y f. Persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad [DRAE 2014]. Aquí tenemos un ejemplo de su uso en un texto redactado en México: (1) El reto de la
Sigue leyendo →Azúcar es un nombre ambiguo en cuanto al género, es decir, un nombre que se puede usar tanto en masculino como en femenino sin que cambie su significado. En los dos ejemplos siguientes vemos cómo se puede decir tanto azúcar moreno como azúcar morena: (1) El azúcar moreno y el azúcar blanco de las Indias
Sigue leyendo →Podemos decir que la ultracorrección consiste en ser más papista que el Papa. Fernando Lázaro Carreter definió así el término en su Diccionario de términos filológicos: Ultracorrección. Fenómeno que se produce cuando el hablante interpreta una forma correcta del lenguaje como incorrecta y la restituye a la forma que él cree normal. Este fenómeno también
Sigue leyendo →Los nombres ambiguos en cuanto al género son aquellos que se pueden utilizar tanto en masculino como en femenino sin que cambie su significado. Algunos ejemplos son mar, maratón, linde, dracma y azúcar: (1) Los expertos creen que en el fondo del mar hay cientos de navíos […] [Abc, 28-10-2007]. (2) El paseo de la
Sigue leyendo →El laísmo consiste en utilizar el pronombre la(s) para el complemento indirecto femenino. Es un fenómeno típicamente castellano que se considera incorrecto en todos los casos. Para empezar, veamos un ejemplo: (1) Dila que venga. La norma del español exige que para el complemento indirecto se utilice el pronombre le(s) tanto para masculino como para femenino. En (1)
Sigue leyendo →El leísmo es un uso antinormativo que consiste en utilizar el pronombre le(s) para el complemento directo: (1a) Comenta que las autoridades les recogieron en la playa [Abc, 22-9-2007]. En el ejemplo anterior, la norma exige esto otro: (1b) Comenta que las autoridades los recogieron en la playa. El sistema etimológico de pronombres personales átonos
Sigue leyendo →[Actualizado, ampliado con ejercicios y mejorado el 17 de marzo de 2020] ¿Por qué decimos el arma, el águila y no la arma, la águila? La regla general es la siguiente: Los sustantivos femeninos que empiezan por a- tónica van precedidos por la forma masculina del determinante. Cuando hablo de a- tónica, me refiero a que
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