Te he preparado un ejercicio de repaso de leísmo, laísmo y loísmo. Resuélvelo ahora mismo. Te servirá para consolidar lo aprendido.
¿Dónde has metido el botón rojo? Devuélveselo a tu padre ahora mismo.
A Fortunata aquello fue lo que le llevó a la ruina.
Cuando regresó la orquesta sinfónica de su gira, toda la ciudad le estaba esperando.
¿Dónde se mete tu hermano, que hace mucho que no le veo?
—¿Y el trombón?
—Le he dejado encima del piano.
A aquellos biólogos todo el mundo les perseguía para pedirles autógrafos.
—¿Qué fue de ellos?
—Les detuvieron cuando intentaban cruzar la frontera.
Esa salsa tienes que mezclarla bien con las verduras.
A Obdulia la gustan los ejercicios de leísmo, laísmo y loísmo.
Llama a tus primas, llámalas, que no se pierdan la final del campeonato de ajedrez.
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