A veces, la acentuación ortográfica del infinitivo se altera cuando le agregas pronombres átonos. La regla es la siguiente:
La combinación de un verbo y un pronombre átono se tilda siguiendo las reglas generales
A menudo, esto provoca cambios en comparación con el infinitivo aislado. En versiones anteriores de la ortografía, el mecanismo era diferente. Es posible que necesites actualizar ese apartado en tu sistema interno de reglas.
Los infinitivos son siempre palabras agudas porque el golpe de voz recae en la terminación verbal:
(1) amar [amár]
(2) comer [komér]
(3) vivir [bibír]
Además, se da la circunstancia de que terminan en -r. Por tanto, nunca llevan tilde cuando se escriben aislados. Tampoco la necesitan cuando se fusionan con un solo pronombre átono:
(4) comerlos
Eso es una palabra llana terminada en -s. Por tanto, la tilde está de más. Sin embargo, en cuanto añado dos pronombres, paso a tener una palabra esdrújula, que lleva tilde obligatoriamente:
(5) comérmelos
Todo esto funciona de forma muy parecida con el gerundio. Lo voy a dejar solucionado ya. Los gerundios son palabras llanas (o graves, que de las dos formas se puede decir):
(6) amando
(7) comiendo
(8) viviendo
Nunca les corresponde llevar tilde cuando se escriben aislados. Sin embargo, en cuanto les añadimos un pronombre, creamos una palabra esdrújula, que necesita la tilde:
(9) comiéndolos
Si añado dos pronombres, paso a tener una palabra sobresdrújula:
(10) comiéndomelos
Las palabras sobresdrújulas son ajenas a la estructura acentual normal del español. Solamente las vas a encontrar en combinaciones de este tipo, que resultan un tanto especiales.
Con esto, hemos despachado el infinitivo. Nos lanzamos de cabeza a aprender nociones útiles e interesantes sobre el gerundio.