Ejercicio

1. El infinitivo puede funcionar como verbo y también como sustantivo.
2. El infinitivo aporta dinamismo a los textos (frente a los sustantivos abstractos, que son estáticos). Compara:

(1) Oí una respiración agitada.

(2) Oí un respirar agitado.

El segundo ejemplo aporta una sensación más dinámica por la presencia del infinitivo.
3. En la lengua de nuestros días, la única conjugación productiva es la segunda. Por tanto, todos los verbos nuevos terminan en -er.
4. El infinitivo es una forma no personal. Por tanto, nunca admite un sujeto, por ejemplo, comer yo, beber tú, dormir ella. Eso solamente lo dicen quienes están empezando a aprender el idioma.
5. A lo largo de la historia, algunos infinitivos han acabado convertidos en sustantivos puros y duros. Eso se nota, por ejemplo, en que admiten el plural, por ejemplo, los atardeceres, los pareceres, los poderes, los saberes, etc.
6. Técnicamente, la terminación de los verbos se denomina sufijo.
7. Hay personas que le añaden un artículo al infinitivo: el comer, el rascar, el dormir. Esto es propio de la lengua vulgar. Conviene desterrar ese vicio en registros formales y, en general, en la lengua culta.
8. El infinitivo es la forma canónica del verbo español, o sea, es la forma que utilizamos para citar el verbo y para encabezar su correspondiente artículo en el diccionario.
9. El infinitivo admite adverbios porque es sustantivo, por ejemplo: comer constantemente.
10. El infinitivo admite complementos porque es un verbo, por ejemplo: comer arroz con palillos.