El infinitivo como verbo

El infinitivo es una de las formas no personales del verbo. Es la primera que nos enseñan en cuanto empezamos a estudiar gramática. Pronto entenderemos por qué. Además, es la forma que permite localizar a los verbos en los diccionarios. Por este doble motivo, tendemos a asociar la idea de verbo con la idea de infinitivo. Cuando alguien nos pregunta por un verbo, inmediatamente respondemos con su infinitivo y no con una forma cualquiera. En los apartados siguientes, te voy a explicar lo que necesitas saber para utilizar el infinitivo con corrección, seguridad y buen estilo.

Doble naturaleza

El infinitivo posee una doble naturaleza, como les ocurre a las otras formas no personales del verbo. Por un lado, es verbo; pero, por otro lado, puede funcionar como un sustantivo. En la introducción nos hemos referido de pasada a esta característica. Ahora la vamos a observar de cerca y vamos a considerar cuáles son las consecuencias para el uso.

El infinitivo como verbo

¿En qué se nota que el infinitivo es verbo? Para empezar, en que un infinitivo puede rodearse de complementos, igual que cualquier otra forma verbal. Por ejemplo, el verbo comer admite un complemento que expresa aquello que se come. Eso se aprecia perfectamente en el caso de las formas personales:

(1) Joaquín come chorizo vegano.

En este ejemplo, el verbo es come y su complemento, chorizo vegano. El infinitivo admite ese mismo complemento:

(2) Comer chorizo vegano es una de sus aficiones.

El infinitivo admite incluso un sujeto:

(3) ¿Comer yo chorizo vegano? ¡Antes muerto!

Aquí, el sujeto del infinitivo comer está expresado por el pronombre yo. Ya vimos en la introducción que el infinitivo y las otras formas no personales carecen de información sobre la persona en su terminación. Sin embargo, eso no las incapacita para expresar acciones que realiza una persona. Simplemente, esa información habrá que obtenerla del contexto.

Además, el ejemplo anterior me da pie para una aclaración. A veces, el infinitivo se construye con un pronombre que funciona como sujeto, tal como te acabo de mostrar. En ese caso, típicamente, el pronombre se sitúa detrás del infinitivo. Esto no es una regla absoluta, pero sí existe una marcada tendencia en ese sentido.

También se nota que el infinitivo es verbo porque se puede acompañar de adverbios que aportan información adicional sobre cómo se realiza la acción. Nuevamente, te muestro primero un ejemplo con un verbo en forma personal:

(4) Joaquín come constantemente.

El adverbio constantemente puede acompañar al infinitivo sin mayor problema:

(5) Comer constantemente no es bueno para la salud.

Recuerda que el adverbio es una clase de palabras que puede modificar a un verbo. Por eso, esta característica es relevante para identificar la naturaleza verbal del infinitivo.