Independientemente de su significado concreto, el gerundio aporta un valor más general que se mantiene constante en sus diferentes usos. Es importante que lo captes porque eso te va a servir para explotar sus posibilidades expresivas. En general, el gerundio presenta una acción en su duración: nos la muestra como algo que se está desenvolviendo ante nuestros ojos. Por eso, puede introducir dinamismo en el texto. Compara estos dos ejemplos:
(1) Veo el agua surgiendo del manantial.
(2) Veo el agua surgir del manantial.
Uno y otro se refieren a un mismo estado de cosas del mundo. Los dos ejemplos son correctos, los dos representan formas idiomáticas de expresarse. ¿Dónde está la diferencia? Cuando yo leo la versión con gerundio, me parece ver el agua brotando ante mis ojos. El gerundio me presenta esa acción en su duración. Es un proceso dinámico. En cambio, el infinitivo carece de esos valores. El efecto es la simple constatación de un hecho.
Además, el gerundio simple se opone al compuesto. Ya hemos visto que el gerundio simple presenta una acción en su duración. Su hermano compuesto aporta estos valores:
Como de costumbre, lo mejor es observar un ejemplo. Lo he tomado de El asombroso viaje de Pomponio Flato, una novela del barcelonés Eduardo Mendoza:
(3) Habiendo escuchado atentamente mi relato, deliberaron un rato sobre cómo proceder.
Aquí tenemos dos acciones:
El orden en que suceden es el que te indico arriba: primero se escucha y luego se delibera. Es más, la acción de escuchar concluye y, solamente entonces, comienza la deliberación.
Hoy día, el gerundio compuesto va quedando reducido a la lengua culta y literaria. En la lengua coloquial es poco probable que encuentres ocasiones de utilizarlo de manera adecuada. Resulta muy habitual en el lenguaje jurídico y administrativo, donde se abusa de él por la sencilla razón de que es una ayuda inestimable para escribir deprisa y mal. Te lo muestro en acción con un ejemplo que extraigo de una sentencia del Tribunal Constitucional de España:
(4) Dicha resolución, entendía el demandante, obligaba a examinar las circunstancias del caso concreto siendo que en aquel, y al igual que ocurría con el supuesto de hecho planteado en la STC 143/2022, el demandante no se había resistido a su detención, se había sometido voluntariamente al procedimiento simplificado de extradición, y las razones de su no retorno a España derivaban de «quedarse al cuidado de su mujer embarazada de riesgo hasta el nacimiento de su hijo común», habiendo puesto esta última circunstancia, además, en conocimiento de los tribunales españoles.
Todo ese ejemplo constituye un único enunciado. El gerundio compuesto habiendo puesto aparece después de ¡78 palabras! Al principio de este capítulo, dejé caer que el gerundio puede dar indicio de una redacción descuidada y apresurada, en la que el escritor pone su comodidad por delante de las necesidades del lector. Después de leer este ejemplo, creo que te puedes hacer una idea más cabal.
El gerundio compuesto que aparece en esa sentencia forma una construcción absoluta. Eso nos conduce al siguiente apartado.