Los signos diacríticos se mantienen

Este es el tercer principio:

Los signos diacríticos se mantienen al escribir en mayúscula

 Un signo diacrítico es una marca que se le añade a una letra para modificarla. Históricamente, la ortografía castellana utilizó una diversidad de signos diacríticos. En la época actual nos quedan tres:

  • el acento ortográfico (´)
  • la diéresis (¨)
  • la virgulilla (˜)

El acento ortográfico que utilizamos hoy día es el denominado acento agudo. Para que nos entendamos, es el que se echa hacia delante en el sentido de la escritura. El acento grave (`) y el circunflejo (^) solamente aparecen en extranjerismos. Atendiendo al principio general anterior, se deduce el siguiente principio específico:

Las mayúsculas reciben acento ortográfico siempre que les corresponde según las reglas generales

Te doy algunos ejemplos de mayúsculas con acento ortográfico:

(1) África

(2) Écija

(3) Ítaca

(4) Óscar

(5) Úrsula

Antiguamente, se solía omitir la tilde de las mayúsculas porque las máquinas de escribir no la admitían. Sin embargo, hoy no hay impedimentos técnicos. La regla está clara y hay que respetarla.

También vamos a atenernos a este otro principio específico:

La diéresis se mantiene cuando escribimos en mayúscula

El siguiente ejemplo podrías encontrarlo fácilmente en un cartel:

COLEGIO
BILINGÜE

Y este es el tercer principio específico que se deriva del anterior:

La eñe mantiene su virgulilla cuando se escribe en mayúscula

Por tanto, escribimos así:

(6) Ñuble es una región de Chile.

Te puedes encontrar más signos diacríticos en nombres propios procedentes de otras lenguas y en extranjerismos crudos. Mantendremos esos signos diacríticos en las mayúsculas cuando escribimos en nuestro idioma. Por ejemplo, la palabra robot se la debemos a un escritor checoslovaco cuyo nombre se escribe así:

(7) Karel Čapek

Como ves, se mantiene el diacrítico en la mayúscula inicial de su apellido. En checo, ese signo (ˇ) se denomina háček, o sea, ‘gancho’. El nombre lo dice todo. La letra č es la forma que tiene el checo de representar lo que nosotros escribimos como ch. Por tanto, el nombre de ese señor se pronuncia así:

(8) [kárel chápek]