Marzo viene del latín Martius ‘mes de Marte’, pues estaba consagrado al dios romano de la guerra.
Este nombre está hoy convencionalizado, es decir, ya no remite a ningún dios sino tan solo al mes al que designa.
También es interesante la etimología de los otros meses del año: enero, febrero, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.