Enciende tu voz: el desafío de escribir tu primer libro

Este artículo es para ti si quieres embarcarte en una travesía única: la aventura de escribir tu primer libro. No estoy hablando de un libro cualquiera, sino de una obra que refleje la riqueza de tus experiencias y la profundidad de tus conocimientos. Quiero acompañarte en la aventura de traer al mundo tu primer libro. Un libro es el espejo de tu vida, tus pasiones, tus errores y aciertos, las lecciones que has aprendido a lo largo de los años.

Sé que esta aventura puede dar miedo y también sé que el miedo se parece al entusiasmo. Ese vacío en el estómago que sentimos antes de dar un paso decisivo es la señal de que ese paso importa. Esas mariposas que revolotean te pueden ayudar para llegar a buen puerto. Lo mismo que te asusta es lo que te permite rendir al máximo de tus posibilidades.

Hace falta valor para embarcarse, eso sí. El otro día un alumno me decía algo que yo sentí como una gran verdad: “El mundo es de los valientes”. Y yo añado: valiente es quien tiene el valor de actuar para hacer realidad sus sueños.

En otro artículo ya hablé sobre el éxito. El éxito en la escritura no es un juego de números. No se mide solamente por las ventas o los elogios, por las palmaditas en la espalda que alguien nos pueda dar. Hay un éxito que va más allá y que reside en la capacidad de tocar las almas a través de las palabras. Para alcanzar ese éxito, el primer paso consiste en descubrir esa parcela única, ese rincón del universo literario donde tu voz resuena con autoridad, con fuerza y claridad. La clave está en encontrar ese espacio único en el mundo literario donde careces de rival.

Lo voy a decir con otras palabras. El camino más directo hacia el éxito consiste en ser el mejor. Puede parecer complicado, pero todo depende de cómo te lo plantees. ¿Podrías ser el mejor escritor del mundo? Difícil, difícil… ¿Podrías ser el mejor escritor del mundo en lengua española? Sigue estando complicado. ¿Te ves en condiciones de crear la mejor novela en español de todos los tiempos? El nivel sigue estando alto. ¿Y qué me dices de la mejor novela negra escrita en español durante esta década? A lo mejor por ahí empezamos a ver la luz.

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Insisto: se trata de encontrar una parcela donde no tengas rival. Hay una forma de hacerlo que te garantiza el fracaso y otra que no te garantiza nada. La forma que no lleva a ninguna parte es preguntarte qué le puede gustar a la gente o, peor todavía, con qué puedes ganar dinero. Si lo haces así, te acabarás quemando y no llegarás a ninguna parte.

Te animo a que explores otra posibilidad. Lo que nos apasiona define quiénes somos. Quizás me esté equivocando y me alegraré si me lo haces saber, pero para mí la escritura que verdaderamente deja huella es la que fluye desde el corazón, la que te permite consumir horas y horas de escritura sin sentir el menor atisbo de fatiga.

Cuando encuentras la fuente de esa pasión, has dado con la clave. Lo que te mueve, lo que define tu esencia, es precisamente lo que guiará tu mano y hará que la pluma se deslice sin esfuerzo sobre la hoja de papel. Eso es lo que hará que esa hoja de papel en blanco se cubra de palabras que vuelen hasta alcanzar el corazón de otros seres humanos que están esperando que les hables desde tu corazón, tu esencia, tu conocimiento, tu experiencia… Esa escritura que te absorbe, que hace que las horas se deslicen como minutos, es la que realmente tiene el poder de conectar, de tocar las almas y de perdurar. Si consigues llegar hasta esa vena de la emoción, del sentimiento y de la experiencia, lánzate de cabeza; lo demás vendrá por añadidura.

Imagínate escribiendo la novela definitiva sobre la España de la Transición, o las intrigas de un inspector de policía tartamudo o simplemente las experiencias únicas e irrepetibles de una infancia ya lejana. No hay límites para la imaginación, solo oportunidades que están ahí, esperando la oportunidad de nacer, de ver la luz del mundo y de llegar al corazón de los lectores. El límite solo lo pones tú.

La fortuna ayuda a los valientes. Me da igual si escribes novela, relato, ensayo, teatro, poesía, memorias… No hay géneros mayores y menores. No hay temas buenos y malos. Hay temas que te apasionan y temas que no. Sigue el camino de la pasión. Escucha a tu corazón. Haz caso a tu corazonada. Tu alma te está marcando el camino. Solamente necesitas aguzar el oído. Siéntate por un momento en un lugar alejado del ruido del mundo y escucha: escucha lo que te está diciendo a gritos todo tu ser.

En esta era digital, cada tema, cada libro, cada autor, por específico que sea, encuentra su público. Internet ha democratizado la lectura, la escritura y la publicación. Te brinda oportunidades para alcanzar a quienes comparten tus intereses, tus pasiones, tus obsesiones. No importa lo especializado que sea tu nicho. Hoy, más que nunca, tus palabras pueden encontrar eco en el mundo entero.

En el mundo anterior a Internet, el situarte en un nicho minoritario te podía conducir rápidamente al ostracismo. La imprenta pedía volumen, necesitaba llegar a una masa de gente. Los números del negocio editorial eran despiadados. Las decisiones se tomaban con la calculadora en la mano. No nos salen las cuentas: este libro no tiene derecho a existir.

Hoy, en cambio, esa especificidad es precisamente la que te impulsa. Si un libro puede interesar a una persona, interesará a otra, a otra y a otra; el mundo los cría e Internet los junta.

Detente, por favor te lo pido. Quiero que te detengas un momento a escuchar. ¿No estás oyendo un tictac? ¿No sientes el eco de un reloj? Ese reloj no se va a detener porque tú te quedes parado, vacilando, dudando. Sus manecillas no se detienen por nadie. El tiempo va a pasar de todas formas, el tiempo, que se lo lleva todo por delante. Lo que importa es esto: ¿vas a aprovechar ese tiempo para escribir tu libro o te vas a quedar ahí parado, dándole vueltas a la cabeza, esperando? ¿Estás dispuesto a darle una oportunidad a tu obra? ¿Estás dispuesto a dártela a ti, a dársela a tu lector?

El mejor momento para empezar ese libro fue ayer. El siguiente mejor es hoy. Sobre todo, el momento de escribir no es mañana. Mañana no existe. Lo único que tenemos es el aquí y el ahora. Por eso, tengo un reto para ti. Saca esa estilográfica del cajón. Cree en ti. Empuña la pluma, deja que hable tu corazón, deja que tu historia fluya.

Comparte en los comentarios qué es lo que sientes cuando piensas en escribir. Te estoy escuchando.

Y recuerda, el mejor momento para empezar a escribir tu libro es ahora. Ha llegado el momento. Te invito a ser valiente y a consumar un acto de generosidad: comparte tus pensamientos, tu vida, tu experiencia, tus sueños, tus deseos, tus miedos, tus dudas y tus esperanzas. El momento es ahora. Hazlo ya.