El caballo, la caballa y la yegua: heteronimia y género gramatical

Una de las mayores sorpresas lingüísticas de mi niñez fue descubrir que la mujer del caballo no era la caballa sino la yegua.

En castellano, el procedimiento normal para expresar la oposición de género gramatical consiste en variar la terminación manteniendo la base:

Niño, niña

Sin embargo, un puñado de nombres tienen formas completamente diferentes para masculino y femenino, como caballo, yegua; es decir, expresan la oposición de género por heteronimia.

Heteronimia es un término formado sobre raíces griegas: héteros ‘diferente’ y ónoma ‘nombre’. Es un fenómeno que se produce cuando confluyen nombres de etimología diversa para expresar significados diferentes pero íntimamente relacionados, en este caso, la oposición de género.

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Caballo viene del latín caballus ‘caballo malo’, mientras que yegua procede de equa ‘yegua’. La oposición del latín clásico entre equus y equa fue sustituida por el par caballus/ equa.

En castellano tenemos algunos casos más de heteronimia, por ejemplo:

Hombre, mujer

Padre, madre

Yerno, nuera

Toro, vaca

Como se puede ver, suele afectar a nombres que tienen una gran relevancia cultural (o que la tuvieron históricamente). Lo contrario sería antieconómico. Imagínate cómo sería una lengua en la que masculino y femenino no tuvieran nada que ver.

Este fenómeno también se observa en otras lenguas en las que existe el género como categoría gramatical. Una diferencia relevante en todas las culturas del mundo es la diferencia de sexo, sobre todo, la del hombre frente a la mujer. Pues bien, aquí encontramos heteronimia en muchas de las lenguas de Europa. Estos son solo unos pocos ejemplos:

Castellano: hombre, mujer

Catalán: home, dona

Euskera: gizon, emakume

Francés: homme, femme

Alemán: Mann, Frau

Checo: muž, žena

Griego: ándras, gynaíka

Poco a poco fui superando el choque de mi primer encuentro, a tan corta edad, con la heteronimia. Incluso conseguí hacerme a la idea de que la caballa era un animal que venía en lata y se comía en bocadillo. Pero quién sabe si por eso me dio después por estudiar estas cosas…

1 comentario en “El caballo, la caballa y la yegua: heteronimia y género gramatical”

  1. Simplemente felicitarle por compartir su saber. Yo no puedo aportar nada todavia, pero espero algún día poder aportar algo.

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