No, no; no es que hoy vaya a publicar una entrada subida de tono. La palabra braga(s), utilizada en España para referirse a una prenda interior femenina, es de origen celta y muy decente. A nosotros nos llega por mediación del latín braca.
Esta palabra nombraba inicialmente una prenda de vestir propia de los galos, que los romanos desconocían y que les llamó poderosamente la atención: los pantalones. Cualquiera que haya leído un cómic de Astérix y Obélix se habrá dado cuenta de que los romanos visten toga, mientras que los galos llevan pantalones.
Por un desplazamiento metonímico, el nombre que se empleaba para referirse a los pantalones empezó a aplicarse a la prenda que estaba en contacto con ellos por dentro y después acabó especializándose para la versión femenina.
Este es el significado que tiene hoy en el español europeo, aunque hay una gran variedad de denominaciones en el mundo de habla hispana.