Uno de los desarrollos más notables de la concepción de la lengua como herramienta es el conocido como modelo del órganon de Karl Bühler, en el que este da cuenta de las funciones del lenguaje. Lo publica por primera vez en 1934 en su obra Teoría del lenguaje (Sprachtheorie), que fue traducida al español por Julián Marías.
El punto de partida está en el Crátilo de Platón, donde se afirma que la lengua es una herramienta (órganon en griego) y que esa herramienta sirve para que una persona le diga a otra algo sobre las cosas. Bühler desarrolla y enriquece esta metáfora platónica añadiéndole dimensiones adicionales. Su concepción se resume en un famoso diagrama que reproducimos aquí.
En el centro está el signo (Z – Zeichen), entendido como fenómeno acústico concreto, es decir, como algo que una persona concreta dice en un lugar y un momento dados. Desde este, parten unas líneas hacia arriba que lo vinculan con los objetos y estados de cosas del mundo (Gegenstände und Sachverhalte). Cuando se establece este vínculo entre un signo lingüístico y la realidad extralingüística, el primero adquiere la condición de símbolo, de algo que está ahí para representar otras cosas, y nos encontramos ante la función representativa del lenguaje (Darstellung).
La primera función del lenguaje consiste, por tanto, en decir cosas sobre el mundo, pero no es la única. El signo también aparece unido con el receptor (Empfänger), puesto que lo que se dice se dice para alguien. En este sentido, el signo lingüístico es una señal que lanzamos a nuestro interlocutor. A la función correspondiente se la denomina apelativa (Appell) por lo que tiene de llamada dirigida a alguien, con la que se pretende captar su atención y conseguir algún tipo de reacción ante lo que decimos.
No hay que olvidar tampoco que si el signo existe es porque alguien lo emite, y de ahí que aparezca también vinculado con su emisor (Sender). En esta dimensión el signo es síntoma, o sea, deja traslucir algo de lo que hay en el interior de la persona que lo emitió y su función es expresiva (Ausdruck) por cuanto permite al hablante sacar a la luz lo que lleva dentro.
El modelo del órganon no es solo un modelo del lenguaje, sino también de la comunicación y constituye un importante precedente de posteriores teorías semióticas. Será reelaborado por Jakobson, que ampliará las funciones hasta llegar a seis. Puedes consultar el modelo de las funciones del lenguaje de Jakobson siguiendo el enlace.
Lo importante es entender que, por encima de su apariencia abstracta, Bühler intenta explicar con su modelo algo tan sencillo y tan complicado como que yo pueda preguntar a un desconocido en la calle por dónde se va a un sitio y él me haga caso, comprenda adónde quiero ir, se dé cuenta de que estoy perdido y un poco cansado y me acompañe hasta la esquina para mostrarme el camino que quiero tomar.
Muchas gracias, Alberto. Una explicación muy interesante. Viene bien un poco de teoría de vez en cuando. Un saludo y enhorabuena por tu blog. Aunque no suelo comentar, me encanta cuando me llega cada viernes.
Me encanto el material, y me ayudo mucho.
Saludos.
Muchas gracias Alberto por compartir conocimientos que te habrá costado años adquirir. Estoy consultando tu página para encontrar preguntas que me hacen de Didáctica del Inglés y me está siendo de gran utilidad recordar conceptos que ya tenía muy olvidados. Un saludo, y de nuevo gracias por tu generosidad.
Muchísimas gracias por la explicación. Es de mucha ayuda que existan personas como tú, dedicadas a compartir este tipo de conocimientos. En mi caso, como estudiante de Traducción e Interpretación (estoy con Lingüística) puedes imaginarte lo tremendamente útil que me resulta lo que dices aquí. Sigo tu blog a partir de ahora :-)