Dar de mí – dar de sí

Una expresión que a veces plantea dudas de concordancia es (no) dar de sí en el sentido de ‘(no) dar para más’, como en La pobre Pilar no da más de sí. Siempre se tiene que mantener la concordancia entre el sujeto de dar y el pronombre que sigue a la preposición de. O sea, diremos:

(1) Yo no doy más de mí (1.ª persona singular).

(2) Tú no das más de ti (2.ª persona singular).

(3) Él/ella/ello no da más de sí (3.ª persona singular).

(4) Ellos/ellas no dan más de sí (3.ª persona plural).

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En la tercera persona (él) todos tenemos claro que hay que decir dar de sí:

(5) […] ni el negocio, ni las cuatro tierras, ni la casita que tengo dan más de sí [Juan Antonio de Zunzunegui: La vida como es].

Los problemas surgen cuando tenemos que hablar de la primera persona (yo) o de la segunda (tú). Como es obligatorio mantener la concordancia, la expresión se convierte en dar de mí y dar de ti, respectivamente:

(6) Ella, en cuanto le indiqué la conveniencia de confesar con usted, aceptó, comprendiendo que yo no daba más de mí [Leopoldo Alas “Clarín”: La regenta].

(7) ¿Y te extraña que tus fans te confundan con una verdulera? No das más de ti, corazón [Jesús Alviz: Trilogía light].

Se considera incorrecto decir en estos casos Yo no doy mas de sí o Tú no das más de sí.

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El perspicaz lector ya habrá notado que no hemos dicho nada del plural de la primera persona (nosotros) ni del de la segunda (vosotros). En teoría es dar de nosotros y dar de vosotros; pero en la práctica apenas se usa. Lo normal aquí es utilizar otras expresiones, como no dar para más:

(8) […] saben […] que los hombres no damos para más y que, fuera del placer que ofrecemos y recibimos, lo demás, pasiones e idealismos, es farsa en nosotros [Manuel Gálvez: La tragedia de un hombre fuerte].

Y esto es lo que ha dado de sí esta entrada.