Con el verbo deber se forman dos perífrasis de infinitivo diferentes. El uso estrictamente normativo es el siguiente.
1. Deber + infinitivo: “Debes respetar al prójimo”. Expresa obligación.
2. Deber de + infinitivo: “Deben de ser las 10”. Expresa conjetura. La utilizamos para no comprometernos con la veracidad de lo que estamos diciendo.
Existen otros dos usos cruzados que tienen diferente consideración o prestigio:
1. Deber + infinitivo para expresar conjetura: “Deben ser las 10”. Es un uso aceptable y frecuente en la lengua culta.
2. Deber de + infinitivo para expresar obligación: “No debes de hablar en clase”. Tiene una consideración negativa, rayando lo vulgar.
Dicho esto, no está de más recordar que uno y otro uso se vienen confundiendo desde época clásica. Quien utiliza normalmente deber de para expresar obligación quizás se sienta algo aliviado sabiendo que está en tan ilustre compañía como la de Cervantes:
De manera, Lenio, que si por sus efectos tristes les condemnas, por los gustosos y alegres les debes de absolver [Cervantes: La Galatea, tomado de CORDE, 19-9-07].