Con delante y algunos otros adverbios de lugar (detrás, encima, debajo, enfrente, etc.) se plantea la duda de si lo correcto es delante mío o delante de mí. Para esto hay un truco que consiste en anteponer el determinante posesivo, O sea, hacerse preguntas como estas:
a) ¿Puedo decir delante mío? No, porque no puedo decir en mi delante. Es decir, la única posibilidad es delante de mí, como en este ejemplo:
(1) El que iba delante de mí se subió bebiendo un cartón de leche. Y, claro, me lo tiró encima [La Decadencia del Ingenio, acceso: 2-6-2008].
b) ¿Puedo decir alrededor mío? Sí, porque puedo decir a mi alrededor, por ejemplo:
(2) Para la escena me inspiré en muchas conversaciones que había oído a mi alrededor [Lata de Zinc, acceso: 2-6-2008].
(3) […] tengo un ego exageradamente grande, y quisiera que el mundo girara alrededor mío [PM, acceso: 2-6-2008].
Naturalmente, el truco funciona no solo con mi/ mío, sino también con los otros determinantes posesivos: tu, su, etc. En el fondo, lo único que hacemos aquí es explotar las mismas posibilidades que tenemos en mi primo frente a un primo mío.
El hablante no nativo carece de este recurso, pero puede hacer una búsqueda en Internet. Si advierte que la forma mi detrás no aparece o es escasísima, ya sabe a qué atenerse.
Conviene aclarar antes de terminar que también circula por ahí una variante en femenino: delante mía. Esta no solo no es normativa, sino que es menos prestigiosa aún que delante mío.
Pues nada, a practicar con un ejercicio.
No conocía este truco, porque para curarme en salud siempre digo “delante de mi” o “a mi alrededor”. Eso del “mío” siempre me ha sonado fatal, y cuando está escrito ya ni te cuento :S
A partir de ahora ya sé a qué atenerme para empezar a usarlo :) ¡Gracias!
Gracias por la explicación Alberto.
Curiosamente a mí lo que más me ayuda a aprender y recordar el uso correcto de las palabras son estos truquillos como el que nos da aquí.
En Cataluña hay mucha gente que dice “delante mío”, pero creo que es más por una incorrecta traducción del catalán, puesto que en catalán se dice “davant meu”.