Motu proprio es una expresión latina que significa ‘por propia iniciativa’. Si se emplea, se debe hacer sin preposición y con dos erres en proprio (o sea, nada de decir de motu propio o por motu propio). Veamos un ejemplo correcto:
(1) [Augusto Monterroso,] a la edad de 11 años, motu proprio, abandonó la escuela y se puso a leer y aprender diversas disciplinas, entre ellas la música […] [El Taller Literario – Blog para Escritores, acceso: 21-2-2008].
Podríamos parafrasear el ejemplo anterior de muchas formas: diciendo que Monterroso abandonó la escuela por propia iniciativa, por su propia voluntad, voluntariamente, libremente, sin que nadie le obligara, porque quiso, por su cuenta y riesgo…
Se debe escribir esta expresión en cursiva o, si estamos escribiendo a mano, entre comillas, pues las locuciones latinas se tratan ortográficamente como extranjerismos.
Los aficionados a los latinajos navegan entre dos escollos igual de peligrosos: la pedantería y el error. Y, en cualquier caso, siempre se puede decir lo mismo en un castellano sencillo y elegante. Es cuestión de probar.
¿Por qué no haces un ejercicio de expresiones latinas?