Falsos préstamos

Un falso préstamo es una palabra que en apariencia hemos tomado de otra lengua, pero solo en apariencia, pues en esa lengua o bien no existe o existe, pero con un significado diferente del que le atribuimos.

El ejemplo clásico es footing, que en inglés no tiene nada que ver con echar una carrerita: el equivalente de nuestro hacer footing sería más bien to go jogging. Otros ejemplos son slip (como tipo de calzoncillos) e incluso compuestos de apariencia tan inglesa como recordman o autostop. Basta con deslizar alguno de estos falsos anglicismos en una conversación en inglés para ver la cara de extrañeza que nos ponen los hablantes nativos.

Esta manía de inventar aparentes extranjerismos no es, ni mucho menos, una peculiaridad hispánica. De hecho, algunos de los ejemplos anteriores, como footing y autostop, son creaciones francesas que copiamos después nosotros. Tampoco en alemán es desconocido este procedimiento de creación de neologismos. En esta lengua al teléfono móvil lo llaman Handy, palabra que en inglés es un adjetivo que significa ‘práctico, cómodo’, etc. y que nunca se asociaría con la telefonía móvil.

Como podemos ver, la gran fuente de falsos préstamos es actualmente el inglés. Esto se explica fácilmente por la influencia y prestigio de esta lengua, que sirve para darle un halo de distinción a todo lo que toca… o parece que toca.

10 comentarios en “Falsos préstamos”

  1. Justo la semana anterior se me escapó la palabra “footing” con un amigo colombiano (que domina perfectamente el inglés) y se le quedo cara de haba. Ni siquiera es una palabra usada en todos los paises de habla hispana.

  2. A mí me encanta “esmoquin”, españolización de “smoking”, del que dicen (Diccionario Panhispánico de Dudas) que viene de “smoking jacket”, aunque sean cosas distintas, pues ésta última es una prenda de estar por casa. Nuestro esmoquin se dice en inglés “tuxedo”, que toma el nombre del Tuxedo Park Club, el lugar donde la prenda se vistió por primera vez en Estados Unidos (pues por lo visto, en origen, es prenda de corte londinense).

  3. Una de uso muy corriente, especialmente en los tiempos que corren, es “crack” que en inglés no se emplea para referirse a “quiebra financiera”, sino “crash”. Según la RAE y el DPD debe escribirse “crac”.
    Saludos cordiales.

  4. Un falso préstamo muy frecuente es el de “playback”. Decimons que un cantante hace “playback” cuando en realidad en inglés a lo que hace lo llaman “lip-synching”.

  5. Un falso préstamo que se lleva mucho en el mundo laboral es el de ‘Consulting’, para referirse a una empresa de consultoría. En inglés estas empresas se denominan ‘Consultancy’ o ‘Consultors’ cuando llevan el nombre de los responsables: ‘Smith and Jones Consultors’, por ejemplo.

    Y creo que lo mismo pasa con ‘parking’; el aparcamiento en inglés se denomina ‘parking lot’ o ‘car park’.

    Me parece interesantísimo el artículo de don Alberto, y fantásticas las aportaciones de los comentaristas.
    Gracias.

  6. Caro Alberto:

    En castellano, hay varios casos de falsos préstamos que se pueden mencionar.

    Muchos de ellos vienen del inglés, como es el caso de «shopping center», que en esa lengua es muy distinto («mall»).

    Los hay también del francés. Podría citar «carné/carnet», que en la lengua de Proust es «carte»; equipaje, que en francés es «bagage», siendo que «équipage» quiere decir tripulación.

    Hay también en castellano el plafón, lámpara de techo, que seguramente vendrá de «plafond» (cielorraso).

    En francés, se dice comúnmente «vanity», a lo que algunos hispánicos dicen neceser, originario del «nécessaire», término que ya no guarda el significado de bolso.

    El sostén, derivado del «soutien», es otro ejemplo. En francés, esa palabra quiere decir apoyo, bueno, lo que no está de todo distante de la función del sujetador, pero apoyo es más amplio, un apoyo a un candidato a las elecciones, por ejemplo. A su vez, el sujetador se llama en francés «soutien gorge».

    En fin, parece que hay muchos términos que se clasifican como falsos préstamos.

    Saludos,

    Isac Nunes

  7. Alberto, hay una palabra que en los últimos tiempos se ha ido universalizando y que aparece de forma singular en las crónicas sobre cine. Me refiero a la expresión “thriller”. Ya sé: “asustar, estremecer, emocionar”. ¿Es necesaria esa economía de lenguaje, no supone esto, una vez más, la invención de una nueva jerga para elevar a la categoría expertos a unos pocos?
    De nuevo mi reconocimiento a la calidad excepcional de tu blog. Felicidades.
    Saludos cordiales

  8. Hablando del término Handy, acá en Uruguay se usa para referirse a un intercomunicador de mano, antes conocidos como Walkie-talkie (que creo que era la marca de los mismos).

  9. Creo que uno de los grandes falsos préstamos, que me parece no se haya nombrado hasta ahora, es la palabra SPONSOR. Pocos saben, en efecto, que viene del latín y que no era otra cosa que el padre de la novia, el que pagaba los gastos de la boda.
    Interesante, ¿no?

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