La tipografía en correos electrónicos

La elección de una letra adecuada ayuda a que nuestros correos electrónicos produzcan una impresión favorable en el lector y a que sean efectivos. El tipo y el tamaño de la letra contribuyen a constituir la imagen que transmitimos de nosotros mismos cada vez que enviamos un mensaje.

Hoy día, cualquier programa o servicio web de correo electrónico nos garantiza una letra sensata por defecto. Si no tocamos nada, no hay riesgo de equivocarnos (y en la mayoría de los casos esta será la mejor opción). No obstante, es posible que desees personalizar la tipografía de tus mensajes. Si es así, te conviene tener en cuenta algunas consideraciones generales.

Para empezar, no todos los tipos de letra son igual de adecuados. Como norma general, hay que preferir los tipos de palo seco (sans serif) por la sencilla razón de que se leen mejor en pantalla. Estos tipos de letra son los que tienen trazos rectos, sin adornos en los extremos. Los más conocidos son probablemente Helvética y su imitación Arial. En cualquier caso, hay que evitar los tipos estrambóticos o de fantasía. Y, por lo que más quieras, no se te ocurra utilizar la Comic Sans. Tampoco te pases de original: tu tipo de letra solo se va a ver si está almacenado en el ordenador del destinatario, por lo que conviene limitarse a los más comunes.

También hay que prestar atención al tamaño. Este debe ser fácilmente legible. Uno de los programas de correo más utilizados, como es Thunderbird, emplea por defecto una letra de 16 puntos, pero no es fácil indicar un tamaño general porque después cada tipo de letra es más grande o más menudo. Lo mejor es que te envíes un correo de prueba para ver qué tal se lee.

Puedes utilizar recursos tipográficos como la cursiva, negrita, etc. La mayoría de los servicios de correo ya es capaz de gestionarlos, por lo que tu destinatario probablemente los verá tal como los escribiste. Pero no olvides el probablemente: siempre puede ocurrir que tu destinatario utilice un modo de solo texto (es más raro cada día, pero todavía se da). Por supuesto, no es aceptable escribir solamente en mayúsculas.

Cuidado con los colores: la letra más legible y la que causa una mejor impresión es la negra. No te recomiendo que te lances a experimentar con otros colores. Sobre todo, evita mezclar colores. El resultado en pantalla no es bueno y reduce la legibilidad. El fondo, solamente blanco; aunque tengas posibilidades técnicas para modificarlo.

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Bien utilizada, la tipografía quizás te permita dar un toque personal a tus correos, pero exige mucha prudencia y, en cualquier caso, la máxima preocupación tiene que ser que se lea bien. Para saber si has acertado, ten en cuenta una cosa: la mejor tipografía es la que no se hace notar.

4 comentarios en “La tipografía en correos electrónicos”

  1. ¡¡Totalmente de acuerdo!!

    Personalmente me gusta poco encontrarme con documentos “oficiales” escritas con el Comic Sans. Me parece poco serio.

    Muchas gracias. Estoy aprendiendo mucho contigo..

  2. Lo que comentas me parece muy sensato. No obstante, no estoy muy de acuerdo con los colores. Por ejemplo, si tienes una conversación larga por correo electrónico, me parece sensato utilizar un color no estridente (como el azul marino, por ejemplo) para distinguir lo que ha dicho un interlocutor u otro rápidamente.

  3. Qué oportunidad se me ha presentado para mejorar mi redacción, gracias a las orientaciones que transmites en el ”BLOG DE LA LENGUA”, el cual recomiendo seguir.
    Mil gracias nuevamente.
    Saludos,
    Egli Omar Becerra

Los comentarios están cerrados.