Ad hoc es una expresión latina que se traduce literalmente como ‘para esto’, aunque en la práctica significa más bien ‘para este propósito’. Se utiliza para referirse a algo que está concebido específicamente para la ocasión, apartándose de lo que resulta normal o general en un determinado ámbito. Veamos un ejemplo de uso que nos ayudará a entenderla:
(1) En el fondo, lo que inquieta en los círculos científicos de la época es la posibilidad de que la propuesta newtoniana suponga una reaccionaria vuelta a las cualidades ocultas, ingeniadas ad hoc para cada ocasión [Manuel Cruz: Por un naturalismo dialéctico].
Inicialmente, ad hoc era propio del lenguaje especializado de la filosofía, el derecho, etc.; pero poco a poco se va abriendo camino en el habla general.
Tiende a cargarse de connotaciones negativas. A menudo se utiliza para dar a entender que estamos hablando de una solución de circunstancias, no demasiado elegante, para un problema que no se sabe bien cómo resolver. Esta implicación se puede detectar sin dificultad en el ejemplo (1) y también en este otro, procedente de un texto periodístico:
(2) Según fuentes parlamentarias, presentarán el recurso bajo el argumento de que es una ley ad hoc y está pensada «a medida» para una cuestión en concreto [El Diari de Tarragona, 8-4-2014].
Debe escribirse en cursiva, como todas las expresiones latinas de dos o más palabras. En textos manuscritos encerraremos estas palabras entre comillas. Tampoco está de más advertir que se trata de dos palabras independientes que no se deben enlazar con guion ni escribirse juntas. Su pronunciación es [adók].
En caso de duda, es preferible que utilices una expresión castellana que te permita expresar tu idea claramente y se pueda interpretar sin dificultad por tu interlocutor.