Marta: presencia o ausencia del artículo con el relativo que
Alberto, cada día me cuesta más discernir entre lo que es correcto y lo que no, y me veo en la obligación de preguntarte porque eres experto en loquesí y en loquenó, claro. ¿Existe alguna regla para saber cuándo escribir en (el) que con artículo o sin él? Te doy algunos ejemplos:
(1) Tipo de diseño en (el) que el participante…
(2) Resultado de un procedimiento en (el) que el investigador establece…
(3) Situación en (la) que se mide un grupo de casos…
(4) Algunos de los problemas a (los) que se enfrentan las personas con discapacidades…
(Esta última la cuelo también, jajjaajaaaa). Gramaticalmente, ¿son correctas las dos formas o alguna lo es más que otra? Es una chorrada, soy consciente, pero necesito explicaciones… Si ves que no cuela en tu rincón, ¿podrías decirme dónde consultarlo? Esta noche hurgaré en la gramática de Bosque… pero es que eso mismo pienso cada noche y así llevo casi un mes. Un desastre, lo sé . No tengo perdondediós…
Respuesta:
Hola, Marta:
No es ninguna chorrada la cuestión que planteas. En la Gramática descriptiva encontrarás sin duda la respuesta, aunque te puede llevar un tiempo bucear entre esos miles de páginas que acumulan tanto saber gramatical. Quien lo explica de manera breve y certera, como suele, es el maestro Gómez Torrego.
El artículo solamente se puede suprimir con las preposiciones con, en, de, por, a. En realidad, ni siquiera con estas se puede hacer siempre, pero la casuística nos llevaría muy lejos y lo dicho ya nos sirve de orientación.
Todavía recuerdo el día en que nos lo explicaron en clase, allá por mis años de estudiante. El profesor se extendía y extendía presentándonos todos los casos, subcasos, anejos y qué sé yo. Al cabo de media hora, cuando suelta por fin la tiza con expresión triunfante, a un compañero mío no se le ocurre otra cosa que decir: “Pues yo eso no lo he oído en la vida”. Le salió del fondo del alma. Suave en el tono, pero acerado en todo lo demás, el eximio catedrático descargó su rayo: “Claro, es que es propio de la lengua culta”. Efectivamente: esta supresión es propia de un español de altos vuelos; nunca la encontraremos a ras de tierra.
Pablo: por un lado, por otro lado
Hola, Alberto, mi novia vino un día algo enfadada con un profesor; la razón: que le retocó un texto sacándose de la manga una regla que ni ella ni yo conocíamos. Tal regla era la siguiente: si escribes por un lado, debes obligatoriamente colocar más adelante por otro lado. He de decir que me parece un atentado a la libertad de estilo. Desde luego que las ideas no deben quedar en el aire a la hora de redactar, pero eso no significa que haya que escribir por narices esas palabras como espejos reflectantes. Mientras que al lector no se le dejen esas ideas en el aire, creo que hay formas más sutiles de organizar el discurso.
He recordado el caso mientras estaba escribiendo la siguiente frase. ¿Es correcto redactarla así?:
(5) La partitura es de un nivel medio: por un lado, tiene algunas notas peliagudas; a cambio, la pieza es breve y se repite bastante.
Saludos y agradecimientos.
Respuesta:
Querido Pablo:
Creo que tu novia y tú deberíais tomar precauciones con el anantapódoton, pues no creo que vuestra juventud sea disculpa en este caso.
En la lengua hay ciertas estructuras bimembres que sirven para estructurar el discurso y orientar al oyente o lector: por un lado… por otro (lado)…, desde… hasta…, etc. A menudo sucede que la segunda parte de la correlación se omite, queda en el aire, por así decirlo. Esto es frecuente sobre todo en la lengua oral por descuido, porque perdemos el hilo o por el motivo que sea. No debería ocurrir, pero forma parte de los accidentes que pueden sobrevenir en tales situaciones. Donde no tiene pase es en un discurso elaborado y planificado como es el escrito. Estos elementos no están ahí por capricho. Son balizas que guían al destinatario de nuestro discurso. Cuando le quitamos una de ellas, le estamos haciendo una faena, igual que te la hacen a ti cuando desaparecen de pronto las señales para llegar a la gasolinera que te prometieron en la salida 238 de la autopista.
No debemos confundir esto con dos secuencias que están gramaticalizadas en español para indicar que vamos a dar un giro a nuestro discurso: por otra parte/por otro lado. Fíjate en que lo que falta aquí es la primera parte de la correlación y no la segunda. Estas expresiones se sitúan en un nivel gramatical diferente. No indican relaciones entre elementos que están en el interior del discurso, sino que nos están diciendo cosas sobre cómo se posiciona el hablante respecto de ese discurso. Eso apunta a un estadio de gramaticalización muy avanzado. Tengo unas ganas locas de hablar sobre gramaticalización un día de estos, pero eso es lingüística pura y dura.
Por otra parte, me vas a permitir que te dé un pequeño tirón de orejas. Los profesores normalmente están ahí por algo. El vuestro os estaba aconsejando bien. Espero que como mínimo acudáis a ofrecerle una manzana en desagravio. Podéis ir tranquilamente en autobús o en tranvía. No es necesario que hagáis todo el camino de rodillas.
Borja: cuál es el mejor diccionario
Hola, Alberto:
Me doy cuenta de que tengo carencias y lagunas en el uso del vocabulario. He encontrado un trabajo nuevo en el que tengo que redactar informes y correos electrónicos y no me gusta cometer errores. ¿Podrías decirme cuál es el mejor diccionario monolingüe que hay ahora mismo?
Saludos,
Borja
Respuesta:
Hola, Borja:
El mejor diccionario es, sin duda, el que se consulta a diario. Además verás que pasa una cosa: cuanto más acudes a él, más necesidad tienes de usarlo. Quien más sabe es quien más duda. Solo los insensatos están seguros de todo.
Enhorabuena por ese nuevo trabajo. En los tiempos que corren, encontrarlo es toda una proeza.