Ad calendas graecas es una expresión latina que significa ‘para cuando lleguen las calendas de los griegos’. Como veremos a continuación, los griegos no tenían calendas y por eso esta expresión se utiliza para referirse a un tiempo que nunca va a llegar. Algunos equivalentes castizos pueden ser para el día del juicio final, para la semana de los tres jueves o cuando las ranas hablen inglés. Veamos un ejemplo de uso:
(1) Que su candidatura se postergue ad calendas graecas, eso es lo que teme Alberto Ruiz-Gallardón [El País (España), 20-7-2003].
Las calendas constituían una fecha destacada para los romanos: se trataba del primer día del mes. Hasta tal punto era importante que dio nombre a todo el sistema de organización del tiempo, que todavía hoy conocemos como calendario. Pues bien, esta fecha era un invento romano que carecía de equivalente en Grecia. Por eso, dejar algo para las calendas de los griegos era lo mismo que decir que no iba a llegar nunca.
No nos vendrán mal un par de notas de uso sobre esta expresión. La pronunciación preferible es [ad kaléndas grékas], aunque también se puede decir [ad kaléndas graékas]. Ortográficamente, esta secuencia de palabras se trata como un extranjerismo crudo. Por tanto, debemos resaltarla en cursiva o, si estamos escribiendo a mano, entrecomillarla.
De todas formas, el consejo que te doy aquí es el mismo de siempre: los latinismos hay que utilizarlos con mesura. Casi siempre será más acertado recurrir a una alternativa castellana.