In pectore es una expresión latina que significa literalmente ‘en el pecho’ o ‘dentro del pecho’.
La Iglesia católica la utiliza para referirse a alguien que es cardenal, pero lo es en secreto. Ya ha sido nombrado, pero no se anuncia su nombre por el motivo que sea. Lo lleva el papa guardado en su pecho, que es donde se mantienen los secretos. Esto se hace a veces para proteger a ese cardenal en países donde puede sufrir persecución. El siguiente fragmento ilustra este uso de in pectore, que es el originario:
(1) Juan Pablo II no desveló, antes de morir, el nombre del cardenal in pectore. Y tampoco lo dejó escrito en su testamento [El Mundo (España), 6-4-2005].
El ejemplo (1) está tomado de un texto en el que se explica que Juan Pablo II dejó nombrado un cardenal, pero que su nombre se mantuvo oculto incluso después de la muerte del papa.
Por extensión, también se utiliza la expresión in pectore para referirse a una persona a la que ya se ha designado para un cargo, pero cuyo nombramiento todavía no se ha hecho público. Por ejemplo, se puede ser ministro in pectore si el presidente ha seleccionado a alguien, pero todavía no lo ha anunciado. Este uso es impecable. Constituye simplemente una ampliación del concepto más allá del ámbito del catolicismo.
Existe otro uso figurado que va un paso más allá, pero que sigue siendo correcto. In pectore puede aplicarse a decisiones que se mantienen en secreto. Por ejemplo, una persona puede ser candidata in pectore si tiene intención de presentarse a una elección, pero todavía no ha desvelado su propósito. No la ha nombrado nadie. Es una decisión que ha tomado por sí misma y que mantiene en su pecho a la espera de que llegue el momento de actuar:
(2) Dos candidatos in pectore empiezan a mostrar su ambición por liderar el partido, pero sin aclarar al 100% si se presentarán a la secretaría general.
En (2) se está especulando con la posibilidad de que ciertas personas presenten su candidatura, aunque estas todavía no se han manifestado abiertamente.
Lo que no se debe hacer es emplear in pectore cuando estamos hablando de la persona que ha ganado unas elecciones, pero que todavía no ha tomado posesión de su cargo. El siguiente ejemplo es incorrecto:
(3) El presidente in pectore Donald Trump se ha reunido con Obama para preparar el traspaso de poderes.
Si alguien ha sido elegido por los votantes para presidir una nación, no hay secreto posible. El adjetivo correcto en este caso es electo:
(4) El presidente electo Donald Trump se ha reunido con Obama para preparar el traspaso de poderes.
Un par de notas ortográficas para terminar. Esta expresión hay que resaltarla en cursiva. Si estamos escribiendo a mano, lo que haremos será encerrarla entre comillas. No se le pone tilde porque las expresiones latinas formadas por dos o más palabras no se acentúan.