El femenino presidenta plantea dudas a muchas personas, que no están seguras de si deben decir la presidenta o la presidente.
La forma terminada en -a es correcta y es la que se prefiere en la norma académica. Veamos un ejemplo de uso tomado de una novela de Carmen Rico Godoy:
(1) Y alguien, lo sé, alguien dejará un vaso en la barandilla de la terraza y caerá a la calle cuando pase la presidenta de la asociación de vecinos [Carmen Rico Godoy: Cómo ser mujer y no morir en el intento].
El femenino presidenta no es, ni mucho menos, una innovación de nuestros días. En una búsqueda rápida, encuentro ejemplos que se remontan al siglo XV. Incluyo aquí como muestra uno del siglo XVII, en pleno periodo clásico de nuestra lengua:
(2) Llegando, pues, al estrado, y hecha su cortesía a todos los que en pie las aguardaban, todas las desengañadoras se fueron con su presidenta Lisis al estrado [María de Zayas y Montemayor: Desengaños amorosos. Parte segunda del sarao y entretenimiento honesto].
Tampoco es incorrecto decir la presidente. Sin embargo, esta no es la forma preferida por las Academias de la Lengua y tampoco por los hablantes, que la utilizan mucho menos que la anterior.
Para entender todo esto, conviene saber que hay dos grupos dentro de los sustantivos terminados en -nte. Muchos son comunes en cuanto al género, como cantante. Decimos el cantante y la cantante, sin necesidad de alterar la terminación para expresar la alternancia de género. Otros, en cambio, sí modifican su forma para diferenciar un género del otro. Aquí tenemos presidenta, pero también farsanta, clienta o asistenta.
Es verdad que nuestros actuales sustantivos en -nte proceden de los participios de presente del latín, que no cambiaban de terminación al cambiar de género, pero eso era en latín y desde entonces ha llovido mucho. El castellano tomó un camino propio en su evolución y de ahí es de donde proceden nuestras soluciones actuales.
Por tanto, lo mejor que podemos hacer es seguir empleando tranquilamente el femenino presidenta. Y si alguien, por el motivo que sea, tiene un especial interés en decir la presidente, pues que lo diga; pero que nos deje tranquilos a los demás.
Nota: los ejemplos (1) y (2) están tomados, respectivamente, del CORDE (Corpus diacrónico del español) y el CREA (Corpus de referencia del español actual). Uno y otro son obra de la Real Academia Española y se pueden consultar en su web: www.rae.es.