¿Tabús o tabúes?

Tabú es un nombre que termina en –u tónica. Las palabras con esta terminación admiten como norma general dos plurales:

a) Plural en s: tabús, por ejemplo:

(1) Sitios de convivencia virtual como MySpace o SecondLife son […] sitios de exploración en donde todo el tiempo se rompen tabús y códigos de ética [El Universal (México), 9-1-2008].

b) Plural en es: tabúes:

(2) ¿Existen los temas tabúes en la literatura infantil? [Revista Planetario, acceso: 8-12-2009 (ya no está en línea: 2-11-2013)].

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La opción entre uno y otro sufijo tiene que ver con algunas tendencias que explicamos a continuación.

Las palabras pertenecientes a registros cultos suelen tomar la terminación –es. Un buen ejemplo puede ser nuevamente tabú. Las dos formas de plural son correctas, pero hay una marcada preferencia por tabúes que podemos comprobar mediante una sencilla búsqueda con Google: mientras que para tabús encontramos 69 100 apariciones en toda Internet, para tabúes hay 301 000 [23-3-2008].

Esta preferencia de los registros cultos por la forma –es incluye a adjetivos de procedencia geográfica, étnica o religiosa como zulú, bantú o hindú. Coexisten las formas hindús e hindúes. Las dos son correctas, pero se suele elegir la segunda.

Como es de esperar, las palabras que remiten a realidades más cotidianas, más de andar por casa, tienden a tomar la terminación –s. En algunos casos, esta es la única que se considera aceptable. Es lo que ocurre, por ejemplo, con menús o champús.

De las dos terminaciones disponibles para el plural de las palabras terminadas en -u tónica, la única que sigue teniendo vitalidad hoy día es –s. Su competidora –es supone, en este caso, un resto de un procedimiento de formación del plural que hoy solo afecta a palabras terminadas en –u, –i acentuada, pero que antiguamente también se aplicó a las que acababan en –a, –o acentuada y del que quedan vestigios en formaciones como faralaes o noes. Por eso, si hoy se crea una nueva palabra terminada en –u tónica, su plural se formará con –s. Un ejemplo puede ser cazús (un cazú es un instrumento musical de viento).

En definitiva, aquí más que una norma rígida tenemos tendencias. Por un lado, hay una tendencia general a la simplificación de estos plurales que favorece formas en –s como menús. Por otro lado, hay una tendencia en los registros cultos a preservar el plural –es para las palabras que ya lo tienen, aunque no se les aplique a las nuevas.

Un caso análogo, que también te interesa, es el del plural de nombres y adjetivos terminados en -i tónica.