La palabra cónyuge lleva dentro el sustantivo yugo. Los cónyuges son quienes están uncidos a un mismo yugo. Tras la etimología de este nombre encontramos, pues, una metáfora.
Cónyuge viene del sustantivo latino cónjugem, que está formado por la preposición con y el nombre jugem (‘yugo’).
El verbo conjungere significaba originariamente ‘unir (animales) con un yugo’, ‘uncir’. De ahí pasó a significar simplemente ‘unir’ y, en uno de sus usos figurados, ‘unir con el vínculo del matrimonio’.
Las metáforas que usamos en español para hablar del matrimonio no son siempre las más favorables. El matrimonio no solo es un yugo que nos ponen, sino que además se contrae matrimonio igual que se contrae una enfermedad. La verdad, es como para pensárselo.