Uno de los desajustes posibles entre sonido y escritura es que una sola letra represente una secuencia de sonidos. En nuestra lengua tenemos el caso de equis, que lleva dentro la secuencia [ks]:
<x> se pronuncia [ks]
Por ejemplo:
<examen> se pronuncia [eksámen]
El ideal de una escritura alfabética es que haya una grafía y solo una para un sonido y viceversa. En la práctica, raramente se encuentran sistemas de escritura que cumplan esto (si es que hay alguno). Esta correspondencia se ve alterada también por otros fenómenos como la digrafía, trigrafía, heterografía, etc.