Sendos es un adjetivo que tiene valor distributivo. Se puede parafrasear, por lo general, por ‘uno cada uno’, ‘uno para cada uno’ u ‘otros tantos’, como en los siguientes ejemplos:
(1) Pero […] lo que pasó primero fueron tres camellos veloces con sendos jinetes, un viejo, un negro, un chino [Carlos Fuentes: Cristóbal Nonato].
(2) Nos acomodamos Pío Cid y yo en la berlina, y con sendos apretones de mano nos despedimos de nuestros ilustres compañeros, ofreciéndoles volver al año próximo [Ángel Ganivet: Los trabajos del infatigable creador Pío Cid].
(3) La Audiencia Provincial de Toledo celebra este miércoles dos juicios por sendos delitos de estafa [Radio Azul, acceso: 7 de octubre de 2010].
En el ejemplo (1) podemos decir que pasaron tres camellos con un jinete cada uno o con otros tantos jinetes. La oración (2) se puede parafrasear como «Pío Cid y yo nos despedimos de nuestros compañeros con un apretón de manos para cada uno». Nótese que en este caso son múltiples los sujetos y los receptores, pero el significado distributivo de sendos es lo suficientemente flexible para adaptarse sin problema a este hecho. Por último, en el ejemplo (3) cuadra perfectamente la interpretación de otros tantos: «La Audiencia Provincial celebra dos juicios por otros tantos delitos».
Si no es posible encontrar este sentido distributivo, entonces es que sendos se ha utilizado incorrectamente. Concretamente, hay que evitar tres confusiones corrientes:
a) Sendos no es una forma más importante de decir ‘dos’. ‘Dos’ se dice dos y no hay muchas más vueltas que darle. La confusión viene, probablemente, porque el significado distributivo frecuentemente implica la idea de que hay dos ejemplares de algo, pero como hemos visto en los ejemplos de arriba esto ni siquiera es necesariamente así.
b) Tampoco es un sinónimo de ambos. Si se puede sustituir por ambos, es que algo está mal.
c) Por último, no significa ni ‘grande’ ni ‘enorme’. Si podemos sustituirlo por alguno de estos adjetivos, una vez más, el uso es incorrecto.
Es este un adjetivo que, debidamente usado, nos puede facilitar la redacción, pues permite expresar de forma económica ideas que de otro modo requerirían amplios rodeos. Pero hay que saberlo usar, claro.
Haz un ejercicio para ver qué tal se te da utilizar sendos.