Climatología es el estudio científico del clima; pero, además, hay un uso impropio de esta palabra que causa furor entre los hablantes para quienes el tamaño importa: se ha convertido en una forma más importante de decir el tiempo. Es lo que encontramos en este (mal) ejemplo:
(1) La buena climatología adelanta el final de la hibernación de los osos.
Lo que nos están intentando explicar aquí es, ni más ni menos, que el buen tiempo va a hacer que los osos empiecen antes a desperezarse.
Teniendo en cuenta el significado de este sustantivo y del correspondiente adjetivo climatológico, comprenderemos que son pocas las oportunidades que se presentan en la lengua cotidiana para emplearlos debidamente. El siguiente ejemplo no solo ilustra el uso correcto, sino que además nos aclara de qué estamos hablando. Merece la pena leerlo con detenimiento aunque sea un poco amplio, ya que el uso incorrecto de climatología, por lo general, no es solo una muestra de mal estilo, sino que suele indicar que no se entienden conceptos básicos como ‘clima’ y ‘tiempo’:
(2) El estudio de la atmósfera se ha dividido clásicamente en dos áreas: la meteorología y la climatología. La meteorología trata de explicar, analizar y en último término predecir los fenómenos físicos que se desarrollan en la atmósfera y que llamamos tiempo. El tiempo se puede considerar como el estado que presenta la atmósfera en un lugar y momento dados […] La climatología trata de documentar, analizar y explicar las variaciones espaciales de las variables meteorológicas involucrando varias escalas temporales (mensuales, anuales, estacionales…), que dan lugar al clima de una determinada región […] La definición de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) del clima es la siguiente: es el conjunto fluctuante de condiciones atmosféricas caracterizadas por los estados y la evolución del tiempo, a lo largo de un periodo suficientemente largo y de un dominio espacial determinado [Irene Sendiña Nadal y Vicente Pérez Muñuzuri: Fundamentos de meteorología].
Cuando oímos expresiones como climatología, condiciones climatológicas y causas climatológicas, haríamos bien en probar a sustituirlas por otras como el estado del tiempo, el tiempo atmosférico o las condiciones meteorológicas. Probablemente comprobaremos que encajan.
En definitiva, este artículo se puede resumir en una frase: ¿por qué lo llaman climatología cuando quieren decir el tiempo?