Aquí tienes las soluciones a los ejercicios sobre conceptos básicos de acentuación. Considéralas más como una referencia que como unas soluciones cerradas y únicas, ya que puede haber toda una gama de variantes con diferentes grados de corrección.
a) La diferencia consiste en que el acento prosódico es un fenómeno perteneciente al plano fonológico o, si quieres, a la pronunciación. Tiene que ver con cómo se pronuncia una palabra y en que sílaba hacemos un especial hincapié. El acento ortográfico, en cambio, pertenece al plano de la escritura: es un signo que nos permite marcar en determinadas palabras cuál es la sílaba que recibe un especial hincapié en la pronunciación.
Si tu solución a esta pregunta ha consistido simplemente en explicar qué es el acento prosódico y qué es el acento ortográfico, debes considerarla incorrecta. Si únicamente has indicado a qué plano pertenece cada uno, la respuesta es correcta (no hay necesidad de extenderse mucho más).
Los conceptos necesarios para resolver la cuestión están expuestos en la entrada sobre “Acento ortográfico frente a acento prosódico“.
b) En principio, no (o solo en un sentido muy limitado). Vayamos por partes. La afirmación de que no todas las palabras tienen tilde es evidente y no necesita mayor explicación. La de que todas tienen acento (entendido como acento prosódico) solo es cierta para las palabras que se pronuncian aisladas (que no es la forma en que se presentan las palabras normalmente). En cuanto empezamos a encadenarlas para formar un discurso, encontramos palabras tónicas y palabras átonas.
Los artículos relevantes para esta pregunta son “Palabras tónicas y palabras átonas” y “Acento ortográfico frente a acento prosódico”.
c) Una palabra en español puede tener como máximo una tilde, es decir, encontraremos palabras escritas sin ninguna tilde o con una sola, pero nunca con más de una. En cuanto al acento prosódico, por lo general esto también es cierto: las palabras en español normalmente o se pronuncian con un solo acento o se pronuncian sin él. Aquí, sin embargo, hay una excepción: los adverbios en -mente acumulan dos, uno en el adjetivo sobre el que están formados y otro en el sufijo -mente. Esta doble acentuación en el plano fonológico no tiene reflejo en el plano escrito, donde estos adverbios, como cualquier otra palabra, o no tienen tilde (naturalmente) o tienen solo una (rápidamente).
Las entradas relevantes para esta pregunta son “Acento ortográfico frente a acento prosódico” y “Tilde en adverbios terminados en -mente“.
d) Existen muchos pares de este tipo, por ejemplo: tomas (del verbo tomar) y Tomás (nombre propio), tiro y tiró, bebe y bebé, anuncio y anunció. También se dan algunas ternas como término, termino, terminó o, menos agradable quizás, vómito, vomito, vomitó.
No hay una entrada especial que sea necesaria para resolver esta pregunta. Es una mera cuestión de observación y reflexión.
e) La acentuación ortográfica de monosílabos como guion, hui y fie era uno de los viejos problemas que arrastraba la ortografía del español. Las reglas antiguas exigían la tilde en tales palabras basándose en que la mayoría de los hablantes las pronuncian como bisílabas [gui-ón, hu-í, fi-é]. Esto, sin embargo, resultaba incoherente por dos motivos. En primer lugar, la noción de diptongo a efectos ortográficos es convencional y muy sencilla: tenemos diptongo siempre que concurran una vocal abierta (a, e, o) y una cerrada (i, u) o dos vocales cerradas diferentes. En segundo lugar, las reglas de acentuación del español están hechas para indicar dónde recae el acento prosódico, pero no para dar información sobre el número de sílabas de las palabras o sobre la pronunciación como diptongo o como hiato de una secuencia de dos vocales. Muchos hablantes pronuncian [víu-da] (con diptongo) frente a [je-su-í-ta] (con hiato), pero no utilizamos la tilde para reflejar en la escritura esta diferencia de pronunciación. Teniendo todo esto en cuenta, en la Ortografía de 1999 se empezó a recomendar el escribir guion y similares sin tilde; pero, actuando de una manera típicamente académica, se mantuvo también la otra posibilidad. En la Ortografía de 2010 se desterró definitivamente esa tilde, con lo que el sistema de reglas ganó en coherencia.
La entrada correspondiente es “Por qué no se acentúa guion“.
f) Lo hacen porque ti queda en el centro de una serie de tres pronombres personales y es el único que no lleva tilde diacrítica: mí – ti – sí. La analogía con las otras dos formas y el deficiente conocimiento de las reglas de acentuación es lo que lleva a escribir incorrectamente esa tilde.
Las entradas relevantes son “Ti se escribe sin tilde” y también “Mí con tilde y mi sin tilde” y “Sí con tilde y si sin tilde“.
g) La razón es que la tilde diacrítica solo se utiliza para diferenciar pares en los que una palabra es tónica y otra átona, pero no aquellos en los que las dos palabras son tónicas.
Entradas: “La tilde diacrítica” y “Palabras tónicas y palabras átonas”.