Cuando la coma coincide con el cierre de una interrogación, hay que escribirla siempre después de este:
(1) Sisebuto, ¿quién lo hubiera sospechado?, era un ávido lector de novela romántica.
En estos casos la coma va pegada al signo de interrogación (no se deja ningún espacio en blanco entre medias).
Normalmente, cuando se cierra una interrogación hay que empezar a escribir en mayúscula, pero la presencia de la coma anula esta regla, tal como podemos comprobar en el ejemplo (1). Esto mismo se aplica cuando se encadenan varias preguntas separadas por comas:
(2) ¿Vendrá?, ¿no vendrá?, ¿se quedará viendo el fútbol?
Si no estuvieran ahí las comas, habría que comenzar en cada caso con mayúscula; pero como están, la única posibilidad es usar la minúscula.