Dudas lingüísticas 16

Juan: escritura de numerales ordinales

Buenos días, Alberto:

Desde hace un tiempo vengo observando que para detallar el número de ediciones de ciertos festivales, certámenes, etc., se utilizan los números cardinales (25 edición del festival de…) en lugar de los ordinales (25.ª edición del festival de…) o los números romanos (XXV edición del festival de…). ¿Es correcto?, ¿cuál de las opciones señaladas es la más acertada?

Muchas gracias y un cordial saludo,

​Juan

Respuesta:

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Hola, Juan:

En esos casos, efectivamente, hay que marcar en la escritura que nos encontramos ante numerales ordinales. Las posibilidades son utilizar una letra volada (25.ª, 58.º) o los números romanos (XXV, LVIII). Una cosa es cómo se lee eso (normalmente, veinticinco edición) y otra, cómo se debe escribir.

La otra parte de la pregunta es si es preferible marcar los ordinales en la escritura con letra volada o con números romanos. Las cifras arábigas con letra volada son más prácticas porque se entienden mejor. Los usos de los números romanos van siendo cada vez más limitados. Es verdad que son más ornamentales, por lo que pueden dar bastante juego en carteles.

Si quieres más información sobre el tema, te recomiendo que leas los artículos sobre el uso de los numerales ordinales y el uso de los números romanos.

Diego: no expletivo

Hola, Alberto:

Con unos amigos discutimos sobre el uso de la negación cuando se utiliza la conjunción hasta que. Ejemplo:

(1) Hasta que (no) llegó Juan, no cenamos.

Desde un punto de vista lógico no se debería usar la negación. De hecho, en inglés no se usa.

(2) We didn’t have dinner until John arrived.

Sin embargo, al oído suena mejor incluir la negación. ¿Cuál es el uso más correcto en español?

Gracias.

Respuesta:

Hola, Diego:

Esa negación que os preocupa a ti y a tus amigos es lo que se denomina un no expletivo. Lo de expletivo es una forma un poco complicada de decir que se trata de una palabra que está ahí de relleno. La negación expletiva no solo aparece en el contexto que me indicas, sino también en otros. Fíjate en estos ejemplos:

(3) Me da miedo no te vaya a pasar algo.

(4) ¡Cuánto no sufrió el pobre!

(5) Por poco no nos matamos.

(6) Más vale pedir que no robar.

Si te das cuenta, los ejemplos de arriba son totalmente coloquiales. Ahí es donde tienen su lugar estas negaciones expletivas: en el lenguaje coloquial y familiar. En el momento en que pasemos a registros más formales, haríamos bien en podar todo lo innecesario en la expresión.

No te creas tampoco que esto es un invento reciente. Es una herencia del latín, lengua en la que la negación expletiva era obligatoria en ciertos contextos. Te doy un ejemplo que tomo prestado de la gramática latina de Nebrija:

(7) Timeo ne pater veniat.

Eso era en latín ‘Temo no venga papá’, o sea, Tengo miedo no vaya a venir papá (pensamiento muy repetido entre los hijos de todas las generaciones, pues siempre andan tramando alguna trastada). Como el origen de estas construcciones está en latín, las encontrarás en las diferentes lenguas románicas a poco que busques. Sin ir más lejos, el francés hace un amplio uso de ellas. Si en nuestra lengua esta negación tiene un regusto popular, en francés, en cambio, tiende a darle un tono más elevado a la expresión. Citaré solamente un ejemplo:

(8) Il est plus difficile qu’on ne croit d’apprendre le français.

O sea, ‘Es más difícil de lo que no creemos aprender el francés’.

En definitiva, no te preocupes demasiado por esos noes expletivos. Son correctos pero coloquiales. Estarán bien utilizados mientras estés hablando con tus amigos y tu familia, pero te convendrá sacar la tijera de podar en cuanto tengas que expresarte de manera un poco más formal.

Juan José: un día queun día en que

Buenos días, recibo su boletín y sigo su blog con mucho interés, pero no encuentro nada que me aclare una duda que tengo. ¿Cuál sería la expresión correcta?:

(9) Un día que Pablo estaba en la escuela…

O bien:

(10) Un día en que Pablo estaba en la escuela…

¿O quizá las dos formas son correctas?

Muchas gracias por su atención.

Saludos.

Respuesta:

Hola, Juan José:

El problema está en qué tenemos que hacer con la preposición en al construir esas oraciones de relativo. La solución la encontraremos si nos fijamos en las construcciones que admite un día cuando no hay relativos de por medio. Yo puedo decir esto:

(11) Pablo llegó a la escuela en un día lluvioso.

Pero esta otra construcción es igualmente correcta:

(12) Pablo llegó a la escuela un día lluvioso.

Sobre la base de (11) podemos construir una oración de relativo como esta:

(13) Un día en que llovía a cántaros fue el elegido para llevar a Pablo a la escuela.

En cambio, a partir de (12) llegaremos a este otro resultado:

(14) Un día que llovía a cántaros fue el elegido para llevar a Pablo a la  escuela.

En definitiva, las dos son correctas, pero tienen estructuras sintácticas diferentes.

Jorge Juan: mayúscula en artículo determinado

Buenas noches, mi nombre es Jorge Juan. Le escribo desde Puertollano, provincia de Ciudad Real. He visto escrita la siguiente frase:

(15) Los mineros pertenecían a las minas la Extranjera, la Concepción y San Matías.

Pero también he podido leer esto otro:

(16) Las minas La Extranjera, La Concepción y El Amigo.

¿Cómo debo escribir el artículo? ¿Con letra mayúscula o minúscula? ¿Es correcto escribir el nombre entre comillas o en cursiva?

Muchas gracias por su atención. Reciba un cordial saludo desde la Mancha.

Respuesta:

Hola, jorge Juan:

Ahí el quid de la cuestión está en saber si el artículo forma parte del nombre propio. No hay una prueba segura para averiguarlo. Es más, los únicos que nos podrían ayudar a encontrar la respuesta correcta son quienes conocen esas minas y están acostumbrados a hablar de ellas. Si tú las conoces, puedes probar a construir oraciones como esta:

(17) Ningún minero quería trabajar en la temible Extranjera.

Si puedes introducir un adjetivo entre el artículo y el nombre, te diría con bastante seguridad que hay que escribir ese artículo en minúscula. Pero es posible que las gentes de la zona digan más bien algo así:

(18) Ningún minero quería trabajar en la temible La Extranjera.

En ese caso, el artículo sería parte del nombre y habría que escribirlo con mayúscula. Eso es lo que te puedo decir desde aquí, sentado delante del ordenador. Para responder con más seguridad, tendría que desplazarme hasta Puertollano y hablar con los viejos del lugar. Me lo apunto por si algún día paso por allí.

Ah, se me olvidaba: no es necesario marcar los nombres propios con comillas ni cursiva. Se escriben en letra normal.

Un saludo para todos y hasta la semana que viene.