La sección de dudas del Blog de Lengua se despide hoy hasta el próximo curso. Lo hace un poco más tarde de lo previsto por problemas técnicos que hicieron que se perdiera el artículo original el viernes pasado.
Durante estos meses veraniegos estaré dando los últimos retoques a un libro en el que he estado trabajando con un grupo de amigos. En él voy a explicar todo lo que sé sobre cómo escribir un blog. Espero que salga a la luz antes de final de año.
De momento, os dejo con las respuestas de hoy y un abrazo.
José: valores de los tiempos verbales
Hola, Alberto:
Quisiera que me aclararas dos dudas. La primera corresponde con la palabra que he puesto en cursiva. Creo que lo correcto sería decir quiero, pero me parece muy autoritario. Ejemplo: Quiero que me aclares una duda. No sé si solo es percepción mía. Ayúdame.
La segunda duda creo que es similar. Supón que estás buscando a una persona. En tu mente dices: ¿Dónde estará?
¿Por qué esa suposición se hace en futuro? Creo que lo correcto sería Dónde está. Otro ejemplo: ¿Dónde habré dejado eso? Espero que puedas ayudarme. Quizá yo solo me complico, pero quiero (¿o quisiera?) saber la opinión de un experto.
Muchas gracias,
José
Respuesta:
Hola, José:
Las dos dudas están relacionadas. Los tiempos verbales pueden adquirir valores muy diversos en el uso. Por eso no debemos tomar sus nombres demasiado al pie de la letra. Si nos fijamos simplemente en el presente de indicativo verás que puede tener valor de presente, por supuesto:
(1) Te echo de menos.
Pero además puede adquirir un valor de futuro:
(2) Mañana tengo un examen.
O de pasado:
(3) Napoleón Invade España en 1808.
Pero entremos en materia con tu pregunta: vamos a examinar lo que ocurre con el tiempo denominado futuro. Para lo que menos utilizamos ese tiempo en la lengua actual es para hablar de lo que está por venir. Para eso ya tenemos ir a + infinitivo:
(4) Voy a estudiar.
El futuro de indicativo se emplea más bien para dar órdenes:
(5) ¡Te callarás!
O para hacer conjeturas. Ahí es donde entran los ejemplos que propones y también este otro:
(6) La madre tendrá unos setenta años.
En cuanto a quisiera, la cuestión es más complicada. El imperfecto de subjuntivo añade un matiz de cortesía a la expresión:
(7) Quisiera hacerte una pregunta.
Más que con quiero con quien compite es con querría:
(8) Querría hacerte una pregunta.
De hecho, a menudo me han preguntado por qué se puede utilizar en este caso quisiera en lugar de querría. Esta es una particularidad de tres verbos del español: quisiera, pudiera y debiera. Veamos algunos ejemplos:
(9) {Quisiera/querría} hacerte una pregunta.
(10) El presidente {pudiera/podría} incurrir en responsabilidades si hiciera mal uso de sus atribuciones.
(11) Usted {debiera/debería} ser conocedor de las implicaciones de sus actos.
En estos casos, las formas en -era resultan más formales o corteses, son menos frecuentes y poco a poco van cayendo en desuso.
El tema de los valores de las diferentes formas verbales suele constituir un apartado bastante amplio de las gramáticas. Esto es solo una breve aproximación.
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Me pregunta Vicente por una expresión que ha encontrado en una novela: un sí es un no es. La particularidad que tiene esta expresión es el segundo un, que he resaltado en negrita. Vicente, amigo, no busques más. Se trata de una errata. Estas son muy frecuentes en novelas y todo tipo de publicaciones. Lo que debería decir ahí es simplemente un sí es no es, con su significado habitual de ‘un tanto, algo’: Llevaba la gorra ladeada un sí es no es a la izquierda, o sea, Llevaba la gorra un tanto ladeada a la izquierda.
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Ana: pronunciación de y/ll, b/v
Hola, Alberto:
Siempre he creído que al hablar en castellano no podía hacerse distinción a la hora de pronunciar los sonidos de las letras ll e y, así como b y v; sin embargo, como consecuencia de estar pasando unos días junto a una amiga catalana, y ante su insistencia en afirmar lo contrario, se tambalean mis convicciones. Estoy casi segura de que en el caso de b y v estoy en lo cierto, pero no las tengo todas conmigo en el otro caso. ¿Podrías, por favor, solventar esta duda?
Gracias.
Un abrazo,
Ana
Respuesta:
Hola, Ana:
En tu pregunta hay dos partes diferentes. La primera tiene que ver con un fenómeno que se denomina yeísmo. Este consiste en pronunciar calló como cayó. Originariamente, en castellano se diferenciaba entre una y otra pronunciación. Esta distinción se conserva en algunas variedades, pero en otras, ambos sonidos han confluido. Los hablantes yeístas son hoy mayoría con diferencia. Esto se acepta hoy como uno más de los múltiples casos de variación que presenta la lengua. No es mejor ni distinguir entre estos dos sonidos ni dejar de hacerlo.
El caso de b y v es diferente, puesto que nunca se distinguieron en la pronunciación. En nuestra lengua basto y vasto se pronuncian exactamente igual. Antiguamente los maestros pronunciaban la uve en los dictados para ayudar a los alumnos. También hay quien por hipercorrección o por influencia de otras lenguas puede haber introducido esta diferencia, pero el hecho es que se trata de algo ajeno a nuestra pronunciación. Para que veas que pronunciar be y uve de la misma manera no es ninguna invención de nuestros días, te diré que ya los romanos se pitorreaban un poco de nosotros a cuenta de esto. Hay un viejo proverbio latino que dice Beati hispani quibus vivere bibere est. Esto viene a ser lo mismo que Dichosos los hispanos, para los que vivir es beber.
Os deseo a todos un feliz verano. Nos vemos el próximo curso.