Dudas lingüísticas 3

Como cada semana, este viernes resolvemos unas cuantas dudas lingüísticas de nuestros lectores.

Pregunta:

¿Es mejor escribir la hora con cifras o con letras en textos formales? ¿O no importa?

Laura

Respuesta:

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Hola, Laura:

Para esto no hay una regla fija. Tan correcto es lo uno como lo otro. Como norma general, escribimos en letra cuando la hora es aproximada o no es tan importante la exactitud. En una novela, por ejemplo, lo más indicado es escribir así:

(1) Nos vemos a las doce y veinte.

En cambio, cuando la exactitud es fundamental, hay que recurrir a las cifras. Piensa en una noticia periodística o, mejor todavía, en los horarios de los trenes. Lo que se impone aquí es esto:

(2) El Intercity sale a las 13:21.

Lo que sí hay que hacer es ser coherente en la elección: una vez que hemos empezado a usar un sistema, ya hay que mantenerlo. Mezclar horas en cifras y en letras en un mismo texto afea la página y desorienta al lector.

Pregunta:

Buenos días:

Mi consulta se refiere a la franja horaria de las doce del mediodía. ¿A partir de esta hora se considera horario vespertino y sería correcto decir buenas tardes? Es una cuestión que me preguntan mis alumnos más jóvenes, y nunca tengo la certeza de que les esté enseñando lo correcto desde un punto de vista lingüístico y cultural.

Gracias.

Saludos,

Silvia

Respuesta:

A este respecto, el español se comporta de forma muy diferente a las lenguas de su entorno, al menos por lo que respecta a España. Desde los años cuarenta vivimos en una ficción horaria: el reloj marca una hora, pero, según el sol, es otra. El horario que le corresponde a España por su posición geográfica es el de Londres, Lisboa y Rabat; pero durante la Segunda Guerra Mundial nos pasamos al de Berlín. Como consecuencia, en invierno el reloj marca una hora de más respecto del horario solar y en verano, dos. Imagínate que estás en Madrid almorzando y el reloj dice que son las dos (una hora bastante prudente para comer). Si resulta que un gentleman está tomando el lunch en Londres a la una, estáis comiendo al mismo tiempo, pero el reloj dice que son horas diferentes. Otro ejemplo: si en verano bajas a la playa en Galicia a las doce de la mañana, quizás tengas que abrirte paso a tientas entre la bruma. Esto tampoco debería sorprendernos teniendo en cuenta que en realidad son las diez. El reloj puede decir lo que quiera, pero el sol y el cuerpo tienen sus propias razones. Por eso en España hemos terminado adoptando una solución sui generis. Se suele tomar el almuerzo como referencia para diferenciar horario de mañana y horario de tarde, con lo cual este empieza en un momento diferente para cada persona. Piensa en este diálogo, que es típico en España: “—Buenas tardes. —Para mí todavía no porque no he comido”.

Pregunta:

Hola, Alberto:

Aprovecho para agradecerte tu trabajo, que me ayuda mucho, y plantearte una duda. ¿Las fechas no es mejor escribirlas con cifras? Estoy corrigiendo una novela en la que aparecen escritas con letra.

¡Gracias!

Abrazo,

Belén

Respuesta:

Hola, Belén:

En una novela, normalmente las fechas se escriben así:

(3) Llegó a Maracaibo el 13 de julio de 1928.

(4) Su vuelo para Nueva York salía el 3 de febrero.

En las fechas, el día del mes y el año siempre se escriben en cifras. El nombre del mes es el único que se puede escribir opcionalmente en letras, como en los ejemplos de arriba. También puede pasar opcionalmente a cifras si se opta por un formato abreviado: 15-7-2013, 22/11/2001; pero esto no va a ocurrir por lo general en el tipo de texto al que te refieres.

Pregunta:

Ante todo, le felicito por esta iniciativa que a mí y a miles de personas nos tiene pendientes cada mañana de nuestro correo electrónico.

Estudio el Grado de Nutrición en la Universidad Pablo de Olavide. Es frecuente que profesores y alumnos, cuando se refieren a la recogida de datos antropométricos, se expresen diciendo recogida de medidas antropométricas. La lógica me dice que esto es una redundancia lingüística. ¿Me podría aclarar este aspecto, señor Bustos?

Atentamente,

José María

Respuesta:

Hola, José María:

Efectivamente, ese uso es redundante; pero, hasta donde he podido averiguar, esa es la forma de decirlo. Una cosa es el hablar terminológico y otra, la lengua común y corriente. Las necesidades terminológicas tienen prioridad sobre consideraciones estilísticas e incluso sobre lo que se suele aceptar como buen uso del lenguaje. Revisando textos redactados por especialistas, esa expresión aparece una y otra vez; pero no solo eso: en otras lenguas es común también la expresión equivalente y nadie se ha quejado por esa redundancia. En inglés se encuentran abundantes ejemplos de la combinación anthropometric measurements; en francés, mesures anthropométriques; y en alemán, anthropometrische Messungen. En definitiva, más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena: si los expertos en la materia lo dicen así en España y en otros países, seguramente es porque tienen buenas razones para hacerlo.

Pregunta:

Buenos días, profesor Alberto:

Tomando como referencia las formas terminadas en -ra y -se del imperfecto y pluscuamperfecto del modo subjuntivo, creo saber que ambas son posibles: yo hubiera, yo hubiese. Tengo entendido que la segunda es un alomorfo de la primera. Sin embargo, escuché que no se pueden alternar ambas formas en una misma oración, por ejemplo:

(5) Si hubieras visto cómo está la carretera, no hubieses venido.

Por otra parte, leí en algún manual de estilo periodístico que la forma terminada en -se es más aconsejable, pero no sé por qué. Desde entonces, me inclino por la segunda.

¿Existe alguna regla que determine el uso de ambas formas? ¿En algunos casos es necesario utilizar estrictamente una de ellas?

Excelente espacio el de CONSULTAS LINGÜÍSTICAS.

Cordialmente se despide,

José

Respuesta:

Hola, José:

En principio, las formas cantaracantase se pueden emplear indistintamente. Hay hablantes que pueden tener preferencia por una u otra y se puede observar a veces también alguna preferencia en diferentes zonas lingüísticas; pero las dos son perfectamente correctas. Tampoco hay mayor problema en que puedan alternar en un mismo texto. Únicamente hay un par de casos excepcionales en que se puede utilizar la forma cantara, pero no cantase. Son tan rebuscados que no merece la pena ni siquiera entrar en ellos ahora. No, puede estar tranquilo: tan correcta es una forma como la otra.

Pregunta:

A ver si cuela esta duda en tu rincón lingüístico. Últimamente en algunos libros veo a final de línea separaciones silábicas del tipo nos -otros, des -arrollo… El segundo ejemplo, hace algunos años, en edición se contemplaba mucho como correcto, no sé si porque la doble r a comienzo de línea estaba mal vista, por cuestiones de espacio (que el track quedara estrecho) o por qué, pero siempre se consideró correcto.

Marta

Respuesta:

Hola, Marta:

La división de palabras en español se hace normalmente atendiendo a las fronteras silábicas. Excepcionalmente se pueden dividir las palabras atendiendo a las fronteras morfológicas. Ahí es donde entran los ejemplos que planteas, que son correctos. Este segundo tipo de división plantea complicaciones de todo tipo, por lo que debe utilizarse con mesura y asegurándose en cada caso de que no estamos metiendo la pata. En estas cuestiones, además, siempre hay una lucha entre la norma ortográfica y los usos ortotipográficos. La Academia cada vez va entrando más en cuestiones ortotipográficas y en cada una de estas incursiones va pisando algún que otro callo entre los profesionales de la edición.