Los sustantivos y adjetivos terminados en -á forman el plural añadiendo una ese:
(1) la mamá > las mamás
(2) el pachá > los pachás
Como curiosidad podemos decir que hay un modelo antiguo en -es del que todavía se encuentran restos en palabras de uso poco frecuente, como faralaes y albalaes:
(3) Entonces aparecía una cantaora con traje de faralaes, muy seria y con un clavel pinchado en lo alto del moño, y se ponía a cantar en una jerga ininteligible una supuesta copla de cante jondo [Manuel Ruiz-Castillo: Muchos recuerdos de Tip].
(4) Los escribanos de los concejos debían ocuparse de trasladar a los correspondientes libros todos los privilegios, cartas, ordenanzas, cédulas y albalaes [Isabel Martínez Navas: Gobierno y administración de la ciudad de Logroño en el Antiguo Régimen].
También forma así su plural la vocal a:
(5) la a > las aes
Este modelo antiguo es el mismo que encontramos en el plural de las palabras terminadas en -í y en el plural de las palabras terminadas en -ú. Salvo los ejemplos mencionados, hay que evitarlo en los sustantivos y adjetivos terminados en -a tónica. Son incorrectos los plurales como papases y sofases.