En español apenas hay un puñado de sustantivos y adjetivos terminados en -ch. Por lo general se mantienen invariables en plural:
(1) el zarévich > los zarévich
Algunos de los más frecuentes forman el plural añadiendo -es:
(2) el sándwich > los sándwiches
Otros vacilan todavía entre las dos posibilidades:
(3) el brunch > los brunch / los brunches
Como es fácil apreciar por los ejemplos, se trata en todos los casos de palabras tomadas de otras lenguas y además tienden a mostrar a las claras su condición de extranjerismos. Es esta falta de adaptación a nuestra lengua lo que da pie a las vacilaciones en la formación de su plural, que resultan más notables en aquellos que presentan menor frecuencia de uso.