Vamos a resolver ahora el ejercicio sobre comas entre sujeto y verbo. Señalo con números los puntos donde se situaban las comas incorrectas. Además destaco en cursiva los sujetos correspondientes para que los podamos reconocer fácilmente.
Don Sisebuto Nonato [1] era un caballero de los de antiguamente. Entre otras cosas, adoraba la ópera. Las arias interpretadas por divas como la Callas o la Caballé [2] esponjaban su corazón y, a menudo, bastaban para hacer asomar una lágrima furtiva a sus ojos. Durante una larga temporada, residió en Italia. Las lenguas ociosas, siempre dispuestas a propagar rumores, atribuían su ausencia de España a un encendido romance con Renata Tebaldi, extremo que siempre negaron tanto ella como él. Lo que nadie sabía es que no hubo romance, pero sí amor, por lo menos por parte de nuestro héroe, y que las rosas que indefectiblemente recibía la diva en su camerino de la Scala habían sido escogidas una a una por su fiel Sisebuto. Quienes le conocen bien [3] afirman que todavía hoy se encierra durante horas en su vieja casa de Madrid a escuchar discos de vinilo e incluso de pizarra que le traen entre crujidos y chisporroteos los ecos de su antigua pasión.
El repertorio italiano, y sobre todo el de Puccini, era, con diferencia, el que mejor se avenía con el carácter lírico y sentimental de nuestro amigo. Verdi, Rossini, Bellini y Donizetti [4] constituían para él cumbres de la civilización y de la música. En cambio, los alemanes [5] le dejaban frío. El entusiasmo que despertaba en algunos El cazador furtivo de Weber [6] le resultaba incomprensible. Comparar El caballero de la rosa con Aída [7] era, dentro de su particular visión del mundo, un pecado en toda regla. De hecho, esto [8] le llevó a romper con cierto caballero de Múnich con el que hasta entonces había compartido mesa y amistad. De los franceses prefería ni hablar. Una vez, asistió entre bostezos a una representación del Fausto de Gounod. Esa experiencia [9] fue suficiente: decidió que nunca volvería a tirar así el dinero. Que España no le diera óperas al mundo [10] fue algo que siempre amargó su corazón. Por eso, y comoquiera que la zarzuela no resultaba de su gusto, se veía forzado a recorrer el planeta en pos de las Tebaldi, Callas y Caballé, soñando con ellas, oyéndolas cantar en italiano y gastando su ya menguada fortuna en inundar de rosas sus camerinos.
Comento ahora algunas de estas falsas comas.
[1] Esta era fácil. Estaba ahí para calentar motores. Don Sisebuto Nonato es un sujeto típico y fácilmente identificable, por lo que no era complicado darse cuenta de que la coma estaba de más.
[2] Este caso es un poco más peliagudo porque se trata de un sujeto más bien largo. Lo que ocurre cuando el sujeto tiene una cierta extensión es que a continuación aparece una pausa en la pronunciación. Quien no sabe puntuar tomará esa pausa como señal de que hace falta una coma. Craso error.
[3] Este sujeto es más complicado todavía porque está constituido por una oración subordinada. Es un sujeto menos típico y, por tanto, más difícil de identificar. Prueba a sustituir la secuencia en cursiva por algunos y lo verás más claro.
[4] La dificultad aquí está en que el sujeto está constituido por una serie (una enumeración). A algunas personas se les plantea la duda de si debe aparecer coma después del último elemento, introducido por y. No: un sujeto sigue siendo un sujeto y no podemos separarlo del verbo con una coma.
[5] Este no debería presentar ninguna dificultad. De todas formas, puedes aplicar una prueba que sirve para identificar el sujeto: ponlo en singular y verás cómo el verbo cambia también a singular.
[6] Si este sujeto te da quebraderos de cabeza, prueba a sustituir toda la secuencia por eso y probablemente se haga la luz.
[7] Lo mismo podemos decir en este otro caso.
Los casos [8] y [9] no necesitan de mayor aclaración.
[10] Aquí vale lo mismo que hemos dicho para [6] y [7].
La principal recomendación que te puedo dar es que no te dejes engañar por las pausas, que son muy traicioneras en cuestión de comas. Si puntúas de oído, puntuarás mal. Conviene aclarar también que puede haber un inciso entre sujeto y verbo. En ese caso encontrarás dos comas que delimitan esa secuencia (atención: son dos, no una). Eso es lo que ocurre en varias ocasiones en el texto de arriba, por ejemplo, aquí: “El repertorio italiano, y sobre todo el de Puccini, era el que mejor se avenía con el carácter lírico y sentimental de nuestro amigo”. Las comas están ahí para señalar que la secuencia y sobre todo el de Puccini es un añadido. Como es sabido, los incisos se separan con comas.