La música es el arte de las musas. Esta palabra procede de la expresión latina ars musica, que es una copia del griego mousiké téchne: arte música o, lo que es lo mismo, arte de las musas.
Su significado se ha ido estrechando con el tiempo. En la Antigüedad, música podía ser cualquier actividad humana que se desarrollara bajo la atenta mirada de esas amables señoras. Esto abarcaba prácticamente todas las artes y las ciencias. No obstante, la expresión se aplicaba sobre todo a la poesía cantada: la palabra que iba acompañada de una melodía. En nuestra interpretación actual nos hemos desprendido de la parte poética y hemos conservado únicamente lo melódico.
Esta etimología nos muestra que las palabras son como cápsulas del tiempo. Al cabo de miles de años todavía encierran la memoria de los pueblos que las crearon y de su forma de vivir y entender el mundo.