Quorum es una palabra complicada. Su significado primero es ‘número de miembros de una asamblea cuya presencia es necesaria para que sean válidas las votaciones’. Veamos un ejemplo:
(1) Irak pospuso hoy la votación de los ministerios restantes para la formación del Gobierno al próximo jueves por la falta de quórum en una sesión en la que varios diputados rechazaron entrar a la sala, informó a Efe una fuente parlamentaria [Eldiario.es (España), 4-12-2018].
El ejemplo (1) nos cuenta que ciertos diputados se niegan a entrar a la sala, por lo que no se alcanza el número mínimo de miembros que han de estar presentes para que se pueda celebrar la votación. Con este primer significado, el quorum es una condición previa para que se pueda votar. Así es como se utiliza en grandes lenguas de cultura como el inglés, el francés, el alemán o el italiano.
Además, en este caso, la referencia del inglés es especialmente importante porque son los ingleses quienes incorporan el sustantivo quorum a las lenguas de Europa. Quorum significaba en latín ‘de los cuales’. Era una forma de la declinación del relativo qui. Pero en la lengua inglesa se introduce en el siglo XV como tecnicismo jurídico y a partir de ahí se va abriendo paso poco a poco por los diferentes idiomas del continente europeo, incluido el nuestro.
Sin embargo, en español ha desarrollado un significado adicional: ‘número de votos a favor que son necesarios para que prospere una propuesta o se tome un acuerdo’. Es decir, ya no se trata de una condición previa para que se pueda celebrar una votación, sino una cuestión de cuántos votan a favor y cuántos en contra.
Este segundo uso de quorum está recogido en el Diccionario de la lengua española, pero presenta dos inconvenientes como mínimo. En primer lugar, nos aparta del resto de lenguas del mundo (por lo menos, de las que se consideran lenguas de cultura). En segundo lugar, puede dar pie a confusiones. A veces, nos encontramos la palabra quorum en un texto y no hay forma de saber si nos están hablando de una condición previa para una votación o de la proporción de votos favorables que ha obtenido una propuesta. Yo, particularmente, nunca utilizo la segunda acepción. Y si empleo la palabra, procuro que la redacción deje suficientemente claro que se ha de entender en el primer sentido.
La ortografía de este nombre tampoco nos va a facilitar la vida. La Ortografía de la lengua española admite tanto quorum como cuórum. La primera grafía es la forma latina sin adaptar. Recibe el mismo tratamiento que un extranjerismo. Por tanto, se tiene que destacar con cursiva y no admite tilde. Tradicionalmente, la RAE nos exigía aquí la tilde (quórum), pero cambió de criterio en 2010. En ese mismo año fue cuando lanzó la forma castellanizada cuórum. El éxito de la propuesta ha sido más bien escaso, la verdad sea dicha.
Para formar el plural se añade una ese al final:
El quorum > los quorums
El cuórum > los cuórums
Sigue en esto el modelo de currículum, currículums. No obstante, raramente hay necesidad de formar el plural de quorum.
Como ves, esta no es una palabra fácil de utilizar. Desde los últimos cambios de 2010, yo tengo que ir a buscarla al diccionario cada vez que voy a escribirla. Es la única forma de asegurarme de que está todo correcto. Me temo que esto mismo le pasa a más gente. Y sospecho incluso que la mayoría ni siquiera acude a buscar el faro y guía del diccionario.