Turistificación es un término que hemos tomado prestado del inglés touristification. Últimamente se encuentra en auge en nuestro idioma. El motivo es evidente: la explosión del turismo que se ha producido en los últimos años. Hay un nuevo fenómeno en el mundo y sentimos la necesidad de hablar sobre él.
A día de hoy (24-4-2018), el sustantivo turistificación no está incluido en los diccionarios del español por la sencilla razón de que es muy reciente. Sin embargo, se ajusta bien a la morfología de nuestro idioma y llena un hueco en nuestro vocabulario, por lo que no hay motivo para rechazarlo. Se refiere a la transformación que sufren los lugares (sobre todo, las ciudades) como consecuencia del turismo masivo. El siguiente ejemplo ilustra su uso:
(1) La progresiva turistificación de los territorios ha cambiado la configuración y los usos de los espacios públicos [El Salto (España), 14-11-2017].
Aunque no tendría por qué, el hecho es que este término está cargado de connotaciones negativas. Suele aparecer en textos que critican el fenómeno del turismo masivo.
Existe una variante turistización que también se puede utilizar tranquilamente:
(2) No habíamos leído ninguna definición mejor del fenómeno de la turistización: todo será pasto del turismo, también «las familias, negocios locales y comunidades en las que los negocios tradicionales de alojamiento no están presentes» [eldiario.es (España), 14-3-2018].
El ejemplo (2) nos muestra la postura crítica del autor con el turismo. En este caso, claramente, turistización contiene una carga negativa.
Además de estos dos sustantivos, encontramos el verbo turistificar, que se refiere al hecho de que un lugar comience a recibir una afluencia masiva de turistas o también a la acción de transformar algo para adaptarlo a las necesidades del turismo y las expectativas de los turistas, por ejemplo:
(3) La isla se está turistificando: se venden activos para la construcción de propiedades de lujo y los trabajos que quedan para la población local son para servir a los turistas [Revista Folios (México), sin fecha].
En resumen, tenemos aquí un buen ejemplo de vocabulario que aún no está en el diccionario porque no le ha dado tiempo a entrar, pero que se adapta bien a la estructura de nuestra lengua y que da respuesta a necesidades expresivas de los hablantes. Si se asienta en el uso, no debería tardar mucho en recibir los parabienes de la lexicografía académica y de uso.