Una esclusa es un ingenio que permite salvar el desnivel del terreno en un canal. Veamos un ejemplo de uso de este sustantivo:
(1) A unos setecientos metros de distancia, a popa del Pompeya, la compuerta número uno del tramo de subida de las esclusas del Gatún, en el Canal de Panamá, se estremeció [Alberto Vázquez-Figueroa: ¡Panamá! ¡Panamá!].
Esta palabra se escribe con ese: esclusa; pero muchas personas tienden a equivocarse y a escribirla con equis.
Los correctores ortográficos probablemente no se alarmarán con la forma exclusa porque es un antiguo participio femenino irregular del verbo excluir. Sin embargo, en la lengua actual es imposible utilizar esta palabra y que sea correcta: puedes tachar exclusa de tu diccionario interno con toda la tranquilidad del mundo.
De todas formas, si alguna vez has deslizado la forma exclusa cuando te querías referir a una esclusa, tampoco hace falta que te fustigues. Ese error tiene toda la lógica del mundo. El nombre de los sistemas de compuertas viene de la expresión latina exclusa aqua, que es lo mismo que ‘dejando el agua excluida, dejando el agua fuera’. Esclusa y exclusa proceden de un mismo verbo latino. Simplemente, nuestra ortografía acabó diferenciándolas.
Para resumir, esclusa se escribe con ese. Hoy día, la forma exclusa es siempre un error.