Hoy vas a aprender algunos datos curiosos que te ayudarán a utilizar mejor el pronombre yo.
El pronombre yo se puede sustantivar
A veces, el pronombre yo se puede sustantivar. Esto resulta especialmente frecuente en disciplinas como la filosofía o la psicología. Te muestro un ejemplo del filósofo español José Antonio Marina (El laberinto sentimental):
(1) La psicología psicoanalítica del yo se empeñó en armonizar el freudismo con el optimismo americano.
En el ejemplo, el pronombre yo va precedido del artículo. Eso nos da la clave para saber que está funcionando como un sustantivo.
El pronombre sustantivado admite incluso el plural. Las academias de la lengua aceptan dos versiones diferentes para este plural:
- los yos
- los yoes
Te doy un ejemplo para cada variante. El primero pertenece al autor uruguayo Felisberto Hernández («Cartas a los muertos»):
(2) A veces, el autor de este diario ha sentido envidia de los yos seguros.
El segundo es del español Gonzalo Puente Ojea («Vivir en la realidad»):
(3) Dennett cierra su teoría de la conciencia con una investigación sobre la cuestión de la realidad de los yoes.
Yo que tú…
Te conviene conocer una expresión formada con el pronombre yo: yo que tú. Esta expresión significa ‘si yo fuera tú’. El ejemplo típico es este:
(4) Yo que tú no lo haría.
El segundo pronombre admite variación:
(5) Yo que {tú/usted/él…} no lo haría.
Yo de ti
Existe una variante yo de ti, pero las academias de la lengua la rechazan. Debes evitarla.
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