Perífrasis de infinitivo: ‘deber (de), tener que, haber de, hay que, ir a’

Te presento unas cuantas perífrasis de infinitivo. Conocerlas te va a servir para mejorar tu expresión oral y escrita. Deber + infinitivo y deber de + infinitivo son una fuente constante de confusiones. Continúa leyendo para dominar las diferencias y evitar expresarte de manera vulgar.

Existen otras perífrasis con idea de obligación. Ahí están tener que + infinitivo, haber de + infinitivo y hay que + infinitivo. Si existen varias es porque no funcionan exactamente igual. Vas a salir de aquí sabiendo cómo usarlas y para qué.

Por último, la perífrasis ir a + infinitivo compite con el tiempo verbal de futuro para expresar hechos venideros. Te voy a mostrar qué relación mantienen la perífrasis y el tiempo verbal, y (¡muy importante!) cuándo conviene usar el uno y la otra. Además, vas a descubrir una curiosidad de la historia de la lengua.

Deber (de) + infinitivo

El verbo deber forma dos perífrasis de infinitivo diferentes:

  • deber + infinitivo
  • deber de + infinitivo
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Uso normativo de deber (de) + infinitivo

Estas dos constituyen una fuente constante de confusiones. El uso estrictamente normativo es el siguiente.

  1. Deber + infinitivo expresa obligación.
  2. Deber de + infinitivo expresa conjetura.

El significado de la primera perífrasis no necesita mayor explicación. Te muestro simplemente un ejemplo para ilustrar:

(1) Debes respetar al prójimo.

La segunda perífrasis es deber de + infinitivo. La utilizamos para conjeturar, es decir, para aventurar suposiciones. Es lo que ocurre en el siguiente ejemplo:

(2) —¿Qué hora es?

—Deben de ser las 10.

En este diálogo, alguien me pregunta la hora. Yo no la sé con certeza, pero me atrevo a afirmar que son las 10.

Por favor, no caigas en este error

Si diferencias una y otra perífrasis de la forma que te acabo de mostrar, harás las delicias de nuestros académicos; pero ya te advierto que casi nadie mantiene esa distinción de manera estricta. Hay dos usos cruzados que tienen diferente prestigio y diferente consideración desde el punto de vista de la norma:

  1. Deber + infinitivo se utiliza también para expresar conjetura.
  2. Deber de + infinitivo se emplea para expresar obligación (pero te conviene evitar este uso).

Las academias de la lengua aceptan el primer uso cruzado. Además, es algo muy extendido y perfectamente presentable en la lengua culta. Puedes expresarte así con toda tranquilidad:

(3) —¿Qué hora es?

—Deben ser las 10.

En este ejemplo se ha caído la preposición de que normalmente hace falta para expresar conjetura. No hay inconveniente.

En cambio, el segundo uso cruzado se rechaza en la norma. Tiene una consideración negativa que raya en lo vulgar. Por tanto, harás bien en evitar lo siguiente:

(4) Debes de respetar al prójimo.

Un truco para evitar confusiones

Si todas estas posibilidades te dan dolor de cabeza, te puedo proponer un sencillo truco: olvídate de deber de + infinitivo. Si te quedas con la variante sin preposición, siempre te moverás en terreno seguro.

Otras perífrasis de infinitivo que expresan obligación: tener que, haber de, hay que

Vamos ahora con la familia de deber (de) + infinitivo. Hay otras dos perífrasis que puedes utilizar para expresar obligación:

  • tener que + infinitivo
  • haber de + infinitivo

Te doy un ejemplo con cada una:

(5) Tienes que estudiar esta lección para mañana.

(6) Hemos de considerar todas las circunstancias antes de tomar una decisión.

Por tanto, disponemos de tres perífrasis como mínimo para expresar la idea de obligación:

  1. tener que + infinitivo
  2. deber + infinitivo
  3. haber de + infinitivo

Si las tres significan lo mismo, ¿dónde está la diferencia? En el registro, es decir, en el nivel de formalidad. Captar estas diferencias es fundamental para expresarse de manera adecuada en cualquier situación. La primera es más coloquial, aunque puede aparecer sin problema en textos formales (por ejemplo, si ya has utilizado deber y no te quieres repetir). La segunda es neutra. Funciona igual de bien en los diferentes registros. La última es claramente formal. Está fuera de lugar en la lengua coloquial.

En teoría, tener que expresa una obligación externa (algo que nos viene impuesto), mientras que deber expresa una obligación interna de tipo moral. En la práctica, esta diferencia se suele desdibujar. No te obsesiones con ella.

También se puede expresar obligación con esta otra perífrasis:

Hay que + infinitivo

Aquí tienes su correspondiente ejemplo:

(7) Hay que estudiar mucho para ser pianista.

Lo que diferencia a esta última perífrasis de las anteriores es que se trata de una construcción impersonal. No nos dicen quién tiene que estudiar, sino que se presenta como algo que es necesario en general.

Ir a + infinitivo

En el español actual compiten dos formas diferentes de expresar el futuro:

  • la perífrasis ir a + infinitivo
  • el tiempo verbal de futuro

En realidad, hoy día, para lo que menos empleamos el tiempo verbal de futuro es para referirnos a acontecimientos venideros. En la lengua oral hay una preferencia clara por la perífrasis:

(8) Voy a ver una serie en la televisión.

En la lengua escrita, hay más probabilidades de que aparezca el tiempo verbal de futuro para referirse a acontecimientos venideros. Por ejemplo, en un periódico se podría escribir lo siguiente:

(9) El juicio comenzará el miércoles 28.

La perífrasis se puede emplear intencionadamente en la lengua escrita para darle un tono coloquial.

Algunos hablantes omiten la preposición de la perífrasis de futuro:

(10) Voy ver una serie en la televisión.

Esto se considera incorrecto. La única forma aceptable en la lengua culta es esta:

(11) Voy a ver una serie en la televisión.

Una curiosidad lingüística

La manera en que expresamos la idea de futuro ha sufrido una evolución curiosa. Es un fenómeno interesante para la historia del idioma y para comprender los mecanismos que empujan a las lenguas a cambiar. En latín, el futuro se expresaba con un tiempo simple de la conjugación:

(12) amabo

En la lengua de Cicerón, eso significaba ‘amaré’. En el paso del latín al castellano, esa forma simple se vio desplazada por una perífrasis formada con el verbo haber. Me he referido a ella en otro apartado:

(13) amar he

Con el tiempo, la perífrasis se fusionó y acabó convertida en un tiempo simple de la conjugación:

(14) amaré

Ahora la perífrasis ir a + infinitivo está desplazando al tiempo simple:

(15) voy a amar

Por tanto, a lo largo de miles de años, la expresión del futuro va describiendo un movimiento de vaivén. Esta es la secuencia hasta nuestros días:

amabo > amar he > amaré > voy a amar

Probablemente, la forma latina tuvo su origen en una perífrasis, pero no tenemos documentos para demostrarlo.

Vídeo: perífrasis de infinitivo

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