Todos conocemos la expresión idiomática a troche y moche, que significa ‘en gran cantidad, en abundancia’ (con una connotación de desorden), como en este ejemplo, tomado de un blog de Argentina:
(1) La “mano dura” no significa represión indiscriminada y multas a troche y moche, sino la aplicación y ejecución de sanciones a los infractores [Punto Cero hacia el Futuro, 7-1-2008].
Pero ¿te has parado alguna vez a pensar qué significa troche? Probablemente, no; y tampoco hace falta porque no significa nada. Esa palabra solo se usa dentro de la expresión a troche y moche y, precisamente, las expresiones idiomáticas se caracterizan por significar en bloque y no compositivamente a partir de los significados de sus componentes individuales.
En cuanto a moche, en algunos diccionarios podrás leer que es un adjetivo referido a ciertos pobladores nativos de Perú. Para tranquilizarte te diré que, en primer lugar, los moches peruanos poco o nada tienen que ver con esta expresión y, para continuar, si eres de Madrid como yo o quizás de la ciudad de México, probablemente nunca habrás oído hablar de ellos. Es decir, para nosotros ese significado no existe por más que virtualmente esté disponible en el sistema del léxico del castellano: nunca diríamos moche si no es poniéndole delante troche.
Esta es una más de las peculiaridades de las expresiones idiomáticas: ciertas palabras solo existen en ellas, por lo que no las encontraremos en otros contextos.
En Colombia usan el verbo MOCHAR, que significa cortar, cercenar o amputar algúna parte del cuerpo. Por tanto al conjugarlo dirían moche (en subjuntivo e imperativo). “Doctor, como no le moche el brazo puede sufrir cangrena”. Por ende un mocho no es en Hipanoamérica un instrumento para fregar (trapear) el suelo (el piso) sino una manco.
Gracias al contacto con emigrantes hispanoamericanos estamos los españoles redescubriendo apectos de nuestra lengua perdidos, olvidados o aletargados. Me encanta la idea de volver a conectar las dos orillas a través de nuestros lazos culturales.
Por cierto, felicidades, un blog excelente.
Mi aporte: “chus” en la frase “sin decir ni chus ni mus”.