Las palabras sobresdrújulas son excepcionales en el sistema de acentuación del español. En estas palabras el acento recae en una sílaba situada antes de la antepenúltima (o sea, en la cuarta contando desde el final o, en algunos casos muy raros, en la quinta). Siempre llevan tilde.
No hay palabras simples con este tipo de acentuación en nuestra lengua. Los únicos casos son los de gerundios o imperativos a los que se les añaden pronombres átonos, por ejemplo:
(1) Cómpramela, recójanmelos, viéndooslas, contándosenos, preguntándotelo
(2) Quítensemelas, guárdatemelo
En los ejemplos de (1) el acento recae en la cuarta sílaba contando desde el final; en los de (2), en la quinta contando desde el final.
Conviene aclarar, eso sí, que formaciones como las de la segunda línea de ejemplos se pueden dar con relativa frecuencia en la lengua oral, pero en la práctica son raras en la lengua escrita. Probablemente, antes de escribir algo como «No te vayas a dejar olvidado el botón nuclear, guárdatemelo ahora mismo», recurriríamos a una forma más clara de expresar el mismo contenido.
Tienes esta regla y todas las demás en un resumen de la acentuación que he preparado. Te servirá para abrir boca antes de descargar mi manual de uso de la tilde.
En cualquier caso, te vendrá bien hacer un ejercicio.