Entre… y…, entre… a…

La secuencia entre… y… permite expresar un intervalo, tal como se hace, de manera impecable, en el siguiente ejemplo:

(1) Los termómetros suben hoy entre ocho y diez grados [El Diario Montañés (España), 25-6-2011].

La secuencia en cuestión está formada por una preposición y una conjunción, y define un intervalo abstracto, un rango delimitado por dos valores extremos. Se trata de un uso figurado a partir del uso espacial, literal, que tenemos ejemplificado en (2):

(2) […] intentaron evitar la confiscación poniéndose entre el vehículo y los soldados [La Vanguardia (España), 26-1-2012].

En el uso espacial, simplemente se expresa que algo queda situado dentro un intervalo físico definido por dos referencias extremas.

El uso abstracto de entre… y… es, simplemente, una más de las numerosas metáforas que se hallan presentes en la gramática.

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Hasta aquí, todo bien; sin embargo, frecuentemente se oye y se lee entre… a…, expresión que debemos evitar por los motivos que a continuación se expondrán. Pero observemos primero un caso concreto de este uso incorrecto:

(3) La Fiscalía […] ha mantenido hoy las penas de entre ocho a diez años de prisión para nueve presuntos miembros de la organización juvenil ilegalizada Segi.

El ejemplo (3) está tomado de una nota de agencia que se publicó en diversos diarios españoles. Como es natural, lo que se debería haber escrito aquí es, más bien:

(4) La Fiscalía ha mantenido hoy las penas de entre ocho y diez años de prisión.

La secuencia entre… a… constituye un anacoluto porque mezcla dos construcciones diferentes, por más que tengan significados cercanos. Viene a ser como si empezáramos a formar nuestra oración con entre… y…, pero a mitad de camino cambiáramos de planes y nos pasáramos a la expresión de… a… El resultado es que se quiebra la correlación, se desvanece la metáfora y ni siquiera la gramática sale demasiado bien parada.

Por eso, ¿tan complicado es quedarnos con entre… y…?

2 comentarios en “Entre… y…, entre… a…”

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