Mayúscula y minúscula tras puntos suspensivos

Se escribe mayúscula después de los puntos suspensivos cuando el enunciado se da por cerrado, como en (1):

(1) Pues no sé… Pásese por aquí mañana por si le podemos informar.

En cambio, se escribe minúscula si el enunciado únicamente queda suspendido para retormarse a continuación:

(2) Los jueves… a mí… no es que me venga muy bien.

Nótese que cerrado no es aquí lo mismo que completo. Por su naturaleza, los puntos suspensivos tienden a dejar los enunciados incompletos, pero si ya no vamos a continuar con ese enunciado, sino que vamos a empezar otro diferente, utilizaremos la mayúscula a continuación. Si, por el contrario, retomamos el hilo y acabamos lo que habíamos dejado a medias, habrá que escribir con minúscula para indicar que nos mantenemos dentro de un mismo enunciado.