[Actualizado, mejorado y ampliado el 14 de enero de 2019]
Te voy a proporcionar un truco para que no vuelvas a confundir el adverbio ahí con la forma verbal impersonal hay. Al final del artículo encontrarás también un ejercicio para practicar.
El adverbio ahí indica lugar, como en este ejemplo:
(1) Ponlo ahí.
Esta palabra tiene un hermano que es allí:
(2) ahí – allí
Una y otra tan solo se diferencian por las letras del centro, pero en los extremos son iguales. Pues bien, si puedes sustituir ahí por allí, es que se escribe siguiendo ese modelo:
(3) Ponlo ahí > Ponlo allí.
Por su parte, hay (con hache y con i griega) es una forma impersonal del verbo haber. Es fácil reconocerla porque podemos sustituirla por había, que es otra forma del mismo verbo:
(4) Hay que estudiar ortografía > Había que estudiar ortografía.
En (4), la sustitución nos muestra que lo que teníamos detrás de la palabra en cuestión era una forma del verbo haber. Esto mismo lo puedes hacer tú cuando dudes.
De todas formas, te voy a advertir una cosa. Lo que te he contado arriba es solamente una solución de emergencia. La mayoría de las confusiones entre ahí y hay tienen su origen en una mala pronunciación. Por tanto, lo que te recomiendo es que pronuncies estas dos palabras tal y como te marca la escritura. Esa es la manera más eficaz de evitar después errores ortográficos. Hay se pronuncia como un monosílabo, igual que hacemos con hoy:
(5) Hay: [ái]
(6) Hoy: [ói]
En cambio, cuando pronunciamos ahí, cargamos el golpe de voz en la i, tal como ocurre en allí:
(7) Ahí: [aí]
(8) Allí: [allí]
Pronuncia las cuatro palabras en voz alta y lo percibirás.
Acostúmbrate a marcar en la pronunciación la diferencia entre ahí y hay. Verás cómo esas dudas ortográficas van pasando a la historia.
Sí, ya sé que hay una tercera forma en discordia, que es la interjección ¡ay! Lo que pasa es que en ortografía conviene ir paso a paso, como ocurre con casi todo en esta vida. Primero debemos afianzar un concepto y solo uno. Cuando hayamos conseguido eso, podremos ponernos a perseguir el siguiente. De lo contrario, lo que tendremos será un batiburrillo y no adelantaremos nada.
Ahora lo que te interesa es hacer un ejercicio para pasar de la teoría a la práctica.
Selecciona la opción correcta en los desplegables que encontrarás a continuación.
Alberto, este artículo me resulta muy familiar para mí, ya que, anecdóticamente, te diré que es un grupo de palabras que uso mucho con mi hijo para que practique. Es más, yo le añado la interjección “¡ay!”, y así conformo mi típico ejemplo con el que machaco a mi hijo cada vez que aparecen estas palabras para que las diferencie: “¡Ay!, ¡ahí hay una avispa!”.
Un saludo,
José Ignacio.