Los sustantivos y adjetivos terminados en -d forman el plural añadiendo la terminación -es:
(1) el abad > los abades
(2) la pared > las paredes
El grupo más numeroso, con diferencia, es el de las palabras que terminan en -dad:
(3) la atrocidad > las atrocidades
(4) la antigüedad > las antigüedades
Aparte del mencionado grupo, apenas tenemos un puñado de sustantivos y adjetivos terminados en -d.
Tampoco son muy numerosos los préstamos. Algunos de ellos mantienen el plural de la lengua originaria, como, por ejemplo, el inglés skinhead:
(5) el skinhead > los skinheads
Para otros la Academia ya propone que sigamos el modelo español:
(6) el raid > los raides
Lo normal sería que los préstamos terminados en -d adoptaran la desinencia -es a medida que se fueran integrando en nuestra lengua.