Lucio es un viejo nombre romano que está formado sobre la palabra lux, o sea, ‘luz’. Significa algo así como ‘el luminoso, el resplandeciente’ o también ‘el nacido al amanecer’. Su femenino es Lucía.
Este nombre tiene una variante Luciano y otra Lucas (esta última, pasada por el griego).
También mantiene un cierto parentesco nada más y nada menos que con Lucifer, que se forma a partir de lux (‘luz’) y fero (‘llevar’). Lucifer es etimológicamente el portador de la luz.